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Denki se quedó perplejo y las lágrimas de Himiko se congelaron.

Ochako se quedó un momento en otro mundo digiriendo la idea.

—Ya veo. —Lo miró dolida.

—Pensé que dolería menos— apretó su pecho con su mano derecha— ¿Por qué duele tanto?

Himiko se levantó y subió sobre las piernas de Ochako. En verdad quería apoyarla.

—Porque si lo querías —chilló adormilada— no te preocupes, no tendrás a Mina ni al musulmán, pero estás ahora como nosotras, con Mei y conmigo.

Se acurrucó en el cuello de la castaña y miró hacia arriba para encontrar el rostro dormido de Ochako, le secó de manera improvisada las lágrimas y pasó su vista sobre el sillón de en frente para mirar a una Mei en su quinto sueño. Suspiró y cerró los ojos. Ella siempre fue una chica de proteger.

Kaminari frunció el ceño —¿Es en serio viejo? Acabó de decir que dejaría a Kirishima por su amiga.

—¡No entiendes! El tiburón es especial para mi… Además, está borracha.

—Viejo, a veces para la felicidad se tienen que sacrificar algunas cosas.

Gruñó levantándose—. Mañana será un mal día.

Bakugou gruñó frustrado, cuando la castaña se había lanzado sobre él le habían entrado unas increíbles ganas de tomarla de la cintura, abrazarla y tallar sus mejillas contra las regordetas de la chica, y aparte decirle que la extraña tanto, tanto. Pero no quiere morir, no aún, quiere mirarla un poco más.

°°°

Resaca y cruda, lo peor que puede existir, no vuelve a tomar en su vida.
Himiko se levantó algo adolorida por la posición en la que durmió. Miró a Ochako aún en los brazos de Morfeo.

—No jodas nos pasamos de mierda— masculló levantándose.

Un ronquido la hizo mirar a Mei que parecía sentirse bien. Ya sabía que ella era una experta en eso de beber.

Revisó la hora: 12:56 PM.

Sé aventuró en los pasillos, parecía que los hombres no estaban. Así que entró a la primera habitación que se le puso en frente.
Era incluso más linda que la suya, seguro que era la de Denki. Tomó la toalla y buscó el baño, una ducha le vendría muy bien.

Terminó de ducharse y fue a despertar a Ochako y Mei.

—Duele —chilló Uraraka tomando su cabeza— tengo sed—. Masculló siendo ayudada por Mei a levantarse.

—¡¿Es la primera vez que tomas?! —preguntó entusiasmada.

—Tomen un baño, sus ropas.... Tu ropa y la de Mei están llenas de vómito —se burló.

Ochako miró su blusa e hizo una cara graciosa llena de asco.

—Me superé ayer —se dijo Hatsume— Ochako vamos a bañarnos juntas—. La jaló del brazo— Toga ¿Dónde está el baño?

—Sigue por ahí y da la vuelta, buscaré ropa para nosotras.

○○○○

Ochako entró a la ducha.

—¡¡E-está helada!! —chilló dando un respingo.

Mei sonrió y entró con ella.

—Mezclemos —comenzó a girar las perillas.

—Así está bien —dijo disfrutando el agua caer en su cuerpo.

La miró un momento. —No sé porque dices que no le ganas a los Momos de Momo, estás bien así— sonrió tomando el shampoo.

—Muchas Gracias —dijo avergonzada— en verdad quiero hablar con Katsu—  cambió el tema.

—Estuve pensando —comenzó a enjabonar su cabello— tu caso no es del otro mundo— después pasó el shampoo a Ochako. Ella lo tomó y comenzó a lavar su cabello—. Yo no soy de tomarme muy en serio los compromisos, pero. ¿Quién te gusta más?

Ochako lo pensó un segundo, si estaba confiando en la persona equivocada se metería en un enorme problema.

—¿Gustarme?… Eijiro es mi novio…—comenzó a tallar su cuerpo— es muy lindo y lo quiero mucho, llevamos conociéndonos casi toda la vida.

—¿En verdad? ¿Son amigos desde siempre? —continuó lavando su cuerpo.

—Desde secundaria —sonrió.

—¿Cuando comenzaron a ser pareja?

—Casi cumplimos un año.

Mei sonrió emocionada. —Ahí está todo ¡A esta edad somos idiotas!

La emoción de la pelirrosa la confundió —¿Eh?

—Confundieron su muy buena amistad con el romanticismo, es algo muy común.

Ochako frunció el ceño, era como si ya fuera por hecho que le gusta Bakugou.

—Sólo estoy algo celosa porque él me dejó de hablar... Cuando comenzó a salir con Yaoyorozu.

—¿Ah en verdad? —dijo cabizbaja— te entiendo.

—No me gustó eso y no quería arruinar nuestra amistad... Así que. Me comencé a confundir.

—¿Segura?

Ambas terminaron de ducharse y salieron del baño.

Toga les lanzó ropas masculinas y se aventuró al santuario de Katsuki, la cocina.

—Entonces piensa bien como arreglar eso, seguro que Yaoyorozu debe ser celosa y le pidió que se alejara de ti —Mei colocó la camisa en su cuerpo.

—Nunca me he preguntado que pienso y siento con Bakugou. Es raro, siempre me limité a no hacerlo. Pero ahora en verdad me aterra que se aleje.

—¿Temes que te guste?

—Es mi mejor amigo, y ni se diga el de Eijiro, es su Bro —dijo nerviosa.

—Piensa, somos humanos, tropezar con sentimientos es pan de cada día —le dio una palmadita en la cabeza.

Encuentra Lo Que Amas Y Deja Que Te MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora