Ni siquiera pensé la primera medida que debía tomar, incluso, para mí, era bastante obvio que debía llamar a la "brigada de apoyo moral" para llevar a cabo el plan que tenían desde un principio.
Si algo pude aprender después de lo que sucedió con Sofía, es que de amor no se muere, incluso, probablemente lo superaré rápido, ya que todo había sido muy pasajero. En efecto, supongo que seguiría viendo a Lara, pero ya no era en absoluto necesario siquiera hablarle, mi plan consistía en simplemente ignorarla como sea posible. No es como si pudiera obligarme a verle la cara, ¿o sí?
Mis amigos aparecieron en mi casa, cerca de una hora después de que los llamé, por supuesto tuvieron que pasar a comprar todo lo necesario para el tratamiento. Llegaron con una cantidad enorme de bolsas, probablemente llenas de comida, alcohol y quién sabe qué otras cosas. Sin duda sería una larga noche para nosotros, ya no importaba nada, aunque mañana tuviéramos que ir al colegio.
—Así que esa es la historia de como esta loca me cagó po. Les juro, estábamos en plena acción y pasó todo, fue super rápido —terminé de contar, aun bebiendo el vaso de vodka que tenía en la mano—. Por la chucha que tengo mala suerte con las mujeres, hueón.
—La voy a matar, hermanita —advirtió Andrea, ocultando una risa—. ¿Se imaginan deje la cagada con esa hueona? Demás se caga de miedo la tipa.
—Ya Nea, si tampoco es la idea ponerse mal por esto —dijo Amanda—. ¿Cierto, Sam?
—La Amanda tiene razón po, onda, pa qué desgastarse con esta hueá. Ahora, lo que va a pasar, es que vas a cagarla tú, que no te vea débil —comenzó a planear Enrique.
—Ja, hueón, qué la voy a cagar yo, si la loca igual está en ventaja, tiene polola po. Por la mierda, cómo chucha no lo vi venir... sabía hueón, sabía —me lamenté.
—Arriba nomás Sam. Ahora, vamos a planear una hueá, va a tener que caer a tus pies, ojalá se muera de arrepentimiento la hueona. Nadie te va a volver a hacer esto. A mi hermana de otra familia, nadie, pero nadie le hace daño —advirtió Fernando, finalmente.
Entre la evidente borrachera, mis amigos idearon un plan que era simplemente estúpido. Consistía en sacarle celos, como digna niña de diez años, a Lara, ¿cómo? Utilizando a la chica que quería conmigo y que estaba en mi crew de baile, exactamente. En realidad, era horrible hacer eso, también iba en contra de mis principios, pero estaba tan mareada, que ni siquiera llegué a cuestionar el plan.
Todos se fueron cerca de la medianoche, aunque Andrea, que había llevado a todos a mi casa, decidió quedarse para evitar tener algún percance mientras manejaba, por el efecto del alcohol.
No sentí cuando mi mamá llegó a la casa, de todas formas, estaba bastante acostumbrada a eso, desde que era pequeña en realidad, ya que por temas de trabajo u otras situaciones, debía llegar más tarde de lo debido. No me importaba mucho, ya que jamás había afectado en nuestra comunicación de madre e hija.
Al otro día despertamos prácticamente tarde, tampoco había por qué preocuparse, ¿quién se preocupa de levantarse temprano un sábado? Exactamente, nadie.
Lo único "importante" que tenía que hacer hoy, era salir con Karla, para iniciar correctamente el plan. Sabía que estaba mal, pero mis ganas de vengarme eran más grandes que todo.
Sabía que Uribe aún moría por mí, por lo que fue bastante fácil invitarla a salir, sin que ella se negara. Probablemente tendría que besarla o algo así, para que piense que por fin estamos iniciando algo. Al punto que debía llegar, era que Lara sepa de su existencia, y que en lo posible la viera conmigo en el colegio, aunque Karla no estudiaba con nosotros. Probablemente haría que un día fuera a buscarme y ahí ocurriría todo.
La tarde llegó rápidamente, me arreglé bastante bien, a decir verdad, para que la chica cayera aún más rápida y todo fuera menos complicado. Estaba todo preparado, la hora de encuentro, el lugar, y yo sabía perfectamente a lo que iba, no me dedicaría a nada más. En realidad, era un actuar muy frívolo de mi parte, tal vez ni siquiera el objetivo estaba claro, no tenía sentido, pero ya estaba hecho, y de algo podía servir.
Nos juntamos a las seis de la tarde en un parque que estaba en el centro de la ciudad, la verdad tenía un paisaje bastante bonito para un encuentro.
—Siento que no te había visto como... en mil años, de verdad. Te extrañé —dijo muy alegre Karla, abrazándome inmediatamente.
Honestamente, ni siquiera sus abrazos me gustaban, era todo tan extraño. Solo quería sentir los brazos de Lara rodeándome, pero eso no podía volver a ocurrir, nunca más.
—Si, yo también te extrañé —respondí incómoda—. Pero ha pasado poco tiempo, como una semana nomás.
—Ay, déjame "exagerar" como tú dices, sabes que me encantas...
Es ahí cuando sentí una voz familiar, de hecho, inconfundible. Mierda, sabía que ella estaba ahí, como si me persiguiera. ¿Cómo podía salir tan mal? Lo peor fue cuando me percaté que había alguien más con ella, al parecer andaban juntas, porque sí, se trataba de otra mujer acompañando a Lara. ¿Sería ella, su polola? Increíble coincidencia. Miré de reojo rápidamente, sabía que este era un buen momento para llevar a cabo una parte importante del plan, por lo que observé, llamando la atención con una risa, que ella fijara sus ojos en mí, y por supuesto, en Karla, al momento en que besara a la chica.
Honestamente, la chica besaba muy bien, pero nada se podía comparar a los besos de mi profesora de artes. Dolía tanto, no podía dejar de pensar en ella mientras besaba a Karla. Aún teniendo a Lara prácticamente frente a mí, y, para la suerte de mi plan, observándome, por lo que logré ver por el rabillo del ojo.
Al parecer todo había salido a la perfección, pues, cuando finalicé el beso, además de ver la cara extremadamente alegre de Uribe, también vi como la pareja de mujeres se acercaba, comandada por Lara, claramente, hasta nosotras. La chica que la acompañaba tenía una cara de confusión que no tenía nombre, pobre, probablemente ni sospecha de lo que había ocurrido entre nosotras. Por otro lado, Lara traía una expresión aterradora, como si quisiera matar a alguien.
—Señorita Echeverría, qué coincidencia verla por estos lados... y tan bien acompañada...
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¿Arte? Es amarte (LGBT) (LESBIANAS)
عاطفيةCuando el amor llega, no importa quién seas ni de quién te enamores, no hay imposibles, pero... ¿qué pasa si esa persona es tu profesora? Samanta y Lara quedarán maravilladas al conocerse, ¿pero será posible dar paso a una relación amorosa?