La visita inesperada

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Arrugó un poco el ceño en cuanto su asistente, Jaehee, llegó con más archivos que firmar. No le hubiera molestado del todo si es que estos no interfirieran con su horario de salida ¿Cómo era posible que firmara más papeles cuando tenía que ir a ver a Elizabeth III? Dejaría todo por poder ir a verla y descansar de todo pensamiento que lo atormentaba.

Siempre quiso fingir que nada le afectaba, pero la cercana comunicación con Mc comenzaba a perturbar su mente de tal manera que el caos no dejaba de dictar en sus pensamientos. Nada podía hacer si pensaba en esa mujer besando otros labios, abrazando otro cuerpo... deseando a otro ser. De hecho, todo era peor cuando recordaba que esos labios, cuerpos y ser no eran otro más que su mejor amigo, Jinhyun.

Bufó llamando la atención de su asistente, más esta no hizo comentario alguno y solo se marchó dejándolo tranquilo nuevamente. Algo que sinceramente agradecía de aquella mujer, ya que ella mejor que nadie sabía que no debía interferir en sus problemas si no quería obtener más trabajo del que ya poseía. Además no había nada que hacer.

Jumin nunca interferiría con la felicidad de V y eso era un hecho.

Pasada unas horas, cuando por fin terminó de firmar todo lo que tenía sobre su escritorio, se levantó con intenciones de marcharse. Nada le impediría volver a su casa en esos momentos, la hora de salida la había superado con creses ya.

Habiéndose alistado correctamente, salió de su oficina ignorando a cada empleado que cruzaba miradas con él con algo de miedo. Pronto se vio en el estacionamiento en donde su chofer mostró la misma sonrisa de siempre antes de abrirle la puerta.

Meras formalidades, nada real.

En medio del camino, como si supieran que había comenzado su tiempo libre del día, recibió una notificación de la RFA.

La verdad es que ya no se paseaba mucho por aquella sala, no era porque no le agradaran los integrantes de aquel lugar, sino porque todo era mucho más armonioso cuando ese grupo hablaba entre ellos sin que él llegara con su razonamiento lógico y frívolo ¿Qué le pasaba? El nunca dudaba de sus palabras, no iba a cambiar ahora tampoco, mas no quería meterse en ese armonioso circulo que V y Mc volvieron a construir, más bien quería desligarse de ellos.

Una parte de su ser, una que conocía muy bien, le gritaba desesperadamente que se abstuviera de comentar, de seguir el juego. Le imploraba por que volviera a una soledad segura en donde nadie podría volver a lastimarlo como siempre lo habían hecho. Si, era su niño interior el que le rogaba seguir las reglas de sobrevivencia que tanto le sirvieron en tiempos anteriores, aunque de alguna forma eso lo hacía ver patético.

Si, muy patético.

Aun así, con una curiosidad insana, prendió la pantalla de su celular y observó la aplicación con desgano notando lo que recientemente los chicos le habían enseñado. Observar quienes estaban hablando en ese preciso instante sin llegar a meterse realmente en la conversación.

Ahogando un suspiro, observó los nombres de jaehee, Zen, Mc, V y Yoosung. De seguro todos estarían hablando de alguna estupidez "como las fotografías de Zen" pensó inmediatamente haciendo el amago de una sonrisa. Solo por eso entraría y lo molestaría, más los sentimientos contradictorios hacían que su pulgar dudara de apretar aquel chat.

De repente, el nombre de Zen ya no estaba en el chat. ¿Por qué se habría salido? ¿Qué razón había ahora para meterse en ese lugar? Aun no era tiempo para meterse en el chat y disfrutar de una charla con su mejor amigo.

-"Oye idiota, dile a tu chofer que se apure"

-"Me irritas de solo mandarte un mensaje"

-"Más te vale no mantener una cara de pocker o realmente comenzare a gritarte nuevamente"

yo no creo en el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora