La bulla de su alrededor, aunque fuera mínima, logró que poco a poco abriera los ojos. Se sentía como si hubiera estado durmiendo y que lo que pasó solo fue un mal sueño, más el dolor latente en ciertas partes de su cuerpo le dijeron que era imposible aquello. También la pintura blanca del techo y las paredes.
Mirando a su alrededor, sin poder mover mucho el cuello, logró divisar un par de enfermeras, V, Mc y a Yang Mi.
Por un lado si se encontraba feliz de saber que esa mujer se encontraba bien ¿Qué hubieran dicho si la mujer se encontrara mal o hubiera salido perjudicada? Solamente pestes de él y su forma de ser caballero. Sí, nadie hubiera hablado bien de él, pero por otra parte la felicidad que sentía era casi vacía.
¿Por qué será eso? ¿Por qué no podía sentirse bien? Era como si su cuerpo, aunque se encontraba paralizado y empotrado a la camilla, quisiera salir corriendo a cualquier parte en busca de algo que lo hiciera sentir paz ¿En qué mierda estaba pensado?
Tragando con dificultad, intentó llamar la atención de Mc o V, movió su mano hasta que aquella extremidad le hizo recordad que el dolor latente no sería borrado ni con el mejor anestésico del mundo ¿Por qué le pasaban estas cosas? Él tenía que estar en casa disfrutando de molestar al bastardo o actuando, no aquí viéndose obligado a estar quieto.
Saliendo de sus pensamientos, notó como Mc le tomaba la mano preocupada y le otorgaba una sonrisa que demostraba cierta tranquilidad. Lo más seguro es que ella estaba tan feliz de verlo con vida como el mismo V que se permitió palmearle suavemente la pierna.
Era divertido en cierto sentido ¿V recordara la primera vez que tuvo un accidente en moto? Él también estuvo ahí apoyándolo, y Zen tuvo el mismo pensamiento de soledad aunque los años hayan pasado.
Que patético.
Haciendo el amago de una sonrisa para tranquilizarlos, se dedicó a escucharlos solo para enterarse que había pasado según las autoridades.
Por un momento entro en pánico ¿Cómo era eso de que chocó contra un auto familiar? ¿Cómo fue posible que la madre de aquella familia estuviera también hospitalizada? No podía ser, no podía ser verdad aquellas palabras de sus amigos.
De repente, el pánico de haber arruinado una familia por su descuido inapropiado comenzó a embargarlo rápidamente. Aquello pareció notarse en su cara, porque sus amigos no tardaron en alarmarse y decirle una y otra vez que no tenia de que preocuparse, pero ¿Cómo no? Arruinar una familia significaba muchas cosas, sobre todo cuando Zen conocía perfectamente aquel sentimiento de soledad por no tener una.
-Zen, tranquilízate por favor, Jumin se hizo cargo de todos los gastos, la madre está fuera de peligro.
Las palabras de V lograron consolarlo en cierto sentido ¿Por qué? Simple, Confiaba en que Jumin hizo todo lo posible para arreglar su desastre. Aun así no podía dejar de recriminarse por sus acciones de la noche.
No importaba que fueran solo dos segundos dándose vuelta para ver qué pasaba, él tenía que mantenerse concentrado en el camino.
Intentando hablar, notó como apresuradamente ambos buenos amigos suyos se apresuraron a detenerlo. Por lo que le estaban explicando ahora, podía ser muy doloroso hacerlo así que era mejor no arriesgarse de momento y mantenerse callado.
En eso, también sintió las manos delicadas de la mujer que le hizo provocar ese accidente. Parecía verse demasiado apenada con todo ya que no parecía tener ninguna herida ¿Cómo era eso posible? Una madre salió lastimada, él mismo no podía casi moverse, mas ella estaba ahí parada e ilesa.
La vida era demasiado injusta.
Forzando una sonrisa, escuchó su palabrería barata pidiendo disculpas y que ella no quiso causar ningún problema, mas no quiso seguir escuchándola. Si no fuera por esa mujer él podría haber estado en otra parte en vez de este hospital, pero no. Eso no era posible.
ESTÁS LEYENDO
yo no creo en el amor
RomanceLuego de que ella escogiera quedarse con su mejor amigo y salvarlo de una muerte temprana, a Jumin no le queda nada mas que volver a su rutina aburrida esperando que nadie nuevo aparezca a afectarle nuevamente. No quería saber nada mas del amor, au...