Sentimientos incomprendidos

1K 102 87
                                    

Después de aquel extraño suceso todos sus días se tornaron en pensamientos innecesarios y confusos. Evidentemente, aunque no lo fuera tanto para él, su mal humor crecía a pasos agigantados con la más mínima falla de sus trabajadores o de su alrededor por culpa de aquel actor.

No era que quisiera pensar en ello y reprender más de la cuenta a sus trabajadores – aunque se lo merecieran -, sino que su mente no parecía tener control ni respeto hacia su persona, de lo contrario ¿Cómo se explicaba el hecho de estar pensando cada cinco segundos en Zen? Nada. Su mente lo había traicionado y lo peor de todo es que al no haber pasado esto con nadie más, no sabía cómo sacarlo de su mente.

Soltando un suspiro, miró por el ventanal que tenía en su despacho y arrugó el entrecejo mientras tres de sus dedos pasaban por el cuello que había sido mordido hace algunos días. La sensación de placer se palpaba tan vívidamente cada vez que se tocaba que ya parecía adictivo ¿Por qué se tocaba? ¿Por qué seguía rememorando aquellas horas con el chico? No habían pasado de besos y caricias, pero su cuerpo lo hacía sentir como si hubiera pasado de todo.

O simplemente deseaba mucho que aquello fuera verdad y no un mero deseo.

Estaba harto de los pensamientos idiotas de su mente.

Sintiendo como la puerta de su oficina se abría rápidamente, dio un salto pensando en una milésima de segundos que aquel chico se llegaría a presentar en su despacho, pero era imposible.

Zen nunca se presentaría frente a su cara con el descaro de siempre, lo sabía por que estuvo esperándolo por tres días.

Escuchando la armoniosa voz de su amiga, se dio vuelta con una leve sonrisa y ojos apagados para posteriormente acercarse a su persona. Ella lucía tan bella como siempre, sus ojos ámbar resplandecían con un brillo especial, su vestido era, como siempre, angelical mientras que su pelo, ese hermoso pelo, suelto sobre sus hombros la hacía ver más seductora de lo normal.

Si se le permitía pensar, así le gustaría ver y vestir a la mujer que algún día le llegara a pertenecer, pero por sobre todo, le gustaba que esa boca se mantuviera cerrada esperando que él comenzara la conversación.

¿Por qué Zen no podía ser así? Se había puesto la chaqueta, aunque básicamente él no la compró directamente, la había lucido frente suyo, pero lo provocó, lo retó, se burló de él. Zen era tan llevado a su idea que estaba seguro que nunca podrían llevarse bien, entonces ¿Por qué aceptó el beso?

Nuevamente su mente se disparaba a pensamientos estúpidos sobre un tipo que ni siquiera tenía la valentía suficiente para enfrentarlo y echarle descaradamente la culpa al alcohol. No, él solo arrancaba, incluso cuando se topaban en el chat, el solo huía.

Soltando un suspiro, le sonrió tranquilamente a la bella mujer y la invitó a sentarse en el sillón antes de preguntarle qué era lo que se le ofrecía, cosa que no hizo más que provocar su indignación fingida.

Mc tenía una extraña ternura que cuando se enojaba nadie de la RFA se la podía tomar enserio, bueno, habían excepciones con Saeran y Yoosung quienes eran felices haciéndole caso.

-Jihyun se ira de viaje a final de mes y no poder ir con él – Dijo un tanto molesta y decepcionada. Había pasado mucho tiempo sin que el hombre no quisiera viajar para sus fotografías – dice que es peligroso

-creí que había dejado ese oficio – Admitió sin estar muy convencido de que Jihyun realmente volviera a fotografiar. Él solía tomar una decisión y no cambiar por nada del mundo, a no ser que tuviera que ver con MC – aunque si alguien puede hacerle cambiar de opinión, esa eres tú

-me gustaría creerte Jumin, pero no es tan fácil... creo que Rika lo contacto – Su mirada se ensombreció un poco antes de volver a sonreír – bueno, estoy segura que lo contacto, pero no es tan malo tampoco... no me mires así... de seguro Rika necesita algo simple... ella ya debe estar curada y... Jihyun ya no es parte de su vida...

yo no creo en el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora