treinta y dos

152 9 0
                                    

*AL DÍA SIGUIENTE*
NARRA EVA
Corbyn me despierta con una sonrisa, miro a mi alrededor y me encuentro a una agente de policía. Me froto los ojos y los abro muy bien. El rubio va hacia la puerta para marcharse cuando le digo:

-No, no te vayas. (Eva)
-¿Puedo quedarme? (Corbyn)
-Si ella lo necesita sí. Bien, empezaré. Yo soy Kayla y estoy aquí para saber quién te hizo esto.
-...-no contesto mientras mis lágrimas caen, Corbyn se acerca a mí y me da la mano-
-Tranquila, sé que es duro pero solo quiero ayudarte.-dice Kayla con una sonrisa-
-...C-Claro...-respiro hondo-
-¿Puedes? (Corbyn)
-Sí...Un amigo y yo estábamos andando por la calle cuando por casualidad nos metimos en un callejón ya que ninguno de los dos conocíamos Los Ángeles lo suficientemente bien como para saber por donde ir. En el callejón dos chicos que me resultaban conocidos comenzaron a persiguirnos mientras gritaban "A por la chica" sin querer me separé de mi amigo y me perdí. No sé como acabé en otro callejón más pequeño y sin salida. Ellos dos me acorralaron y me obligaron a ir con ellos. Al ver que no quería sacaron una navaja y lo volvieron a intentar, me hicieron unos cortes en la piernas lo que causó que cayera al suelo. No solo contentos con eso me dieron algunas patadas.
-...Lo siento...-Corbyn se acerca a mí y me abraza-
-¿Eres capaz de reconocer sus caras? (Kayla)
-...No...-digo mirando abajo y limpiándome las lágrimas-
-Bueno, tranquila lo importante es que estás bien. Si te acuerdas de algo importante puedes buscarme en comisaría. ¿Estás mejor? (Kayla)
-Sí. (Eva)
-Ahora llamaré al doctor para ver si te puede dar el alta ahora. (Kayla)
-Gracias. (Eva)

El doctor viene y me hace una serie de preguntas sobre el dolor de los cortes. Le digo la verdad y sinceramente esta noche la pasé mejor. Él con una sonrisa me da las pastillas para el dolor y yo intento caminar. El dolor se empieza a hacer más notorio pero lo puedo aguantar. Los cortes ya están bastante más cerrados por lo que están dejando de ser una molestia. Nos vamos a casa de Corbyn y el rubio me dice que me quede ahí. Es mejor ya no ir al instituto. Le hago caso y nos quedamos viendo una película, él se sienta a mi lado con mucho cuidado y esperamos a que los demás lleguen. Se escuchan unas llaves y decidimos hacerles una broma. Me meto en el baño y el rubio hace como que llora para asustarlos. Van a consolarlo y él dice que no estoy bien, que me ha pasado algo y tengo que estar más tiempo allí. Ellos comienzan a llorar y yo abro la puerta. Los abrazo y ellos al darse cuenta de que estoy bien sonríe. Están todos menos Emma y John. Eli me abraza como nunca y todos decidimos pedir una hamburguesa. Los chicos me hacen reír y sinceramente me siento muchísimo mejor. Pasamos una tarde genial y mis dolores cada vez son más leves. Todo pasa muy rápido y se hace la hora de dormir. Me dirijo hacia la puerta para dormir en mi casa cuando me piden que me queda aquí con Eli. Nos repartimos en habitaciones. Daniel y Eli, Corbyn y yo. Los demás se van a sus respectivas habitaciones. Antes de dormir hablo con Eli sobre que mañana tendremos que ir a casa para cambiarnos y me sorprende con que ella trajo un conjunto para cada una. Normalmente no me dormiría fácilmente pero llevo dos noches que caigo muy rápido. Justo al cerrar los ojos me duermo.

*AL DÍA SIGUIENTE*
Me despierto y miro los cortes de mis piernas, la mayoría estan cerrados pero se ve que algunos se acababan de abrir al moverme de noche. Gran parte de la cama está manchada de sangre. Estoy paralizada. El dolor aumenta muy rápidamente, las piernas además me dan grandes pinchazos. Sin querer empiezo a llorar, al ver como los cortes siguen sangrando y el dolor no cesa. Sigo intentando moverme para agarrar las pastillas. Corbyn se despierta y me trae lo que necesitaba. Me tomo la pastilla muy rápido pero el dolor no cesa lo que provoca que mis lágrimas no paren. Al parecer mis sollozos despiertan a los demás que entran preocupados. Escucho como el rubio hace una llamada. Poco después él trae unas vendas y algo de alcohol. Le miro y niego con la cabeza:

-Es lo mejor para ti, llamé al médico y me dijo que lo hiciera.
-Pero...
-No, es lo mejor. Si te pongo las vendas y te curo un poco las heridas ayudará a que no se vuelvan a abrir.
-Vale.

Los demás chicos se van junto con Eli, todos excepto Daniel. El chico de ojos azules me da la mano y me mira como diciendo "Si lo necesitas, aprieta" es increíble sin decir una sola palabra sé perfectamente lo que quiere. Corbyn empieza a echarme el alcohol con ayuda de un algodón. Al momento aprieto la mano de Daniel.

La sonrisa perfecta| Corbyn Besson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora