La sonrisa perfecta| Corbyn Besson|

cuarenta y dos

                        DANIEL
Esto es más duro para mí que para ti, créeme. Tengo que hacerlo no aguanto vivir más en mi propia casa. No después de lo que he visto. Me voy, me voy. Espero que puedas perdonarme y que me entiendas. No intentes que vuelva, lamentablemente, no creo que consigas hacer que lo haga. Simplemente te quiero mucho, mi mejor amigo.
-Eva

                      ZACH
Siento no poder despedirme en persona y tener que hacerlo por carta. Me voy de aquí. Lo siento, debería de haber hecho otra cosa o no sé. Ahora mismo creo que lo mejor que puedo hacer es irme. Nunca olvides que te quiero, Zachy.
-Eva

                             JACK
Lamento tener que marcharme sin decir adiós. Es lo mejor para mí. Siento ser tan egoísta de hacer lo mejor para mí en vez de lo mejor para todos. Os voy a echar de menos a todos. No sufras por mí, quiero verte sonreír. Te quiero, ricitos.
-Eva

                             JONAH
No puedo hacer nada para quedarme aquí sin sufrir. Me gustaría despedirme pero os haría daño verme marchar. Aunque no sea lo mejor prefiero despedirme por carta. Sinceramente, no me iría bajo ninguna circunstancia pero lo que ha pasado me puede. Te quiero, hermanito mayor.
-Eva

Conecto el despertador de mi móvil a las 03:00 a.m. Conecto los auriculares al despertador y entre lágrimas me duermo.

*AL DÍA SIGUIENTE*
Me despierto unos minutos antes de que el despertador suene. Agarro toda mi ropa y mis cosas y las reparto entre dos maletas. Me visto, me peino y miro mi habitación.

-Supongo que esto será un "hasta luego"

Noto como unas pequeñas lágrimas se escapan de mis ojos, me las limpio y me dirijo al cuarto de Jonah. Le beso en la mejilla y lo abrazo muy fuerte. Él duerme pacíficamente. Le dejo la carta encima de su mesita de noche. Las lágrimas comienza a caer de una en una. Me voy a la siguiente, la de Jack. Le toco el pelo, le beso en la mejilla y lo abrazo. AL igual que con Jonah le dejo la carta en la mesilla de noche. Las lágrimas se intensifican y decido irme a la de Zach. Repito la misma acción que con Jonah y dejo en su mesita de noche la carta. Sigo llorando aunque intento no hacer ruido y llego a la de mi mejor amigo. Le beso en la frente y le abrazo. Dejo la carta en la mesilla y me siento en su cama sin molestarlo. Las lágrimas se convierten en llanto y sin querer lo despierto:

-Eva, ¿q-qué te pasa?
-Nad-da.

Me abraza muy fuerte y me besa en la mejilla. No ve mi carta:

-¿Qué te pasa?
-Me desv-velé.
-No te creo.
-Da igual, mañana estaré m-mejor.-noto como la voz me tiembla y sigo llorando-

Daniel me abraza y no me suelta, miro el reloj. Es hora de irme. Le beso en la mejilla y le abrazo muy fuerte de nuevo. Al salir cierro la puerta y susurro:

-...Te voy a echar de menos...

Agarro mis maletas y las llaves. Finalmente salgo. Llego puntual a casa de Maddie y me abre la puerta:

-Pasa.

Entro en el apartamento temblando y noto como mis lágrimas quieren salir, las intento aguantar.Se lo cuento todo con algunas lágrimas y ella comprensiva dice:

-Será mejor que durmamos, en unas horas tendremos que ir al instituto. Intenta olvidarte de ellos, si te han fallado no merecen la pena.
-Va-ale.

Me acompaña hasta mi "cuarto", dejo las cosas y me invita a dormir hoy con ella. Acepto y me pongo una camiseta larga para usar como pijama. Me tumbo a su lado esperando dormir, pero no lo consigo. Cada vez que cierro los ojos la imagen de Corbyn con Eli me viene a la cabeza. Los ojos se me llenan de pequeñas lágrimas que expresan mi dolor. Miro hacia el techo recordando todo lo que he pasado en mi casa con los chicos. Suena el despertador, es hora de ir al instituto. Agarro mi móvil y miro mis correos electrónicos: