cuarenta y tres

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Con ocasión del 50 aniversario de nuestro instituto las clases del día de hoy serán una charla y diversas actividades sobre ella. No es obligatoria la asistencia aunque espero que asistan para saber más sobre este lugar.
        -Un cordial saludo, El director.

Le enseño el correo a Maddie y sonríe, nos dirigimos a la cocina a desayunar y vamos al centro. Maddie quiere que me relaje. Estamos un rato de tiendas y finalmente decidimos ir al cine. A punto de entrar en la sala recibo una llamada. Es Daniel. Recuerdo todo lo que hemos pasado juntos y sin pensar lo cojo:

-¿Eva? ¡Eva! ¡Dios mío estás bien!-se escucha apenado y su voz tiembla, se nota que ha llorado.
-Sí.
-¿Dónde estás que ha pasado?
-Estoy...-miro a Maddie que veo como acepta para que se lo diga- en el cine, la película ya va a empezar.
-¿Por qué no me hablabas?
-Daniel, no es mi mejor momento.
-Vale, nos vemos en el parque de siempre a las 12:00 ¿hecho?
-Hecho.
-Adiós, te quiero.
-Te quiero más.

Entro al cine y mientras veo la película comienzo a notar como se me humedecen los ojos. Las lágrimas terminar por caer sobre mis mejillas lentamente. Maddie me abraza y me intenta consolar. No me centro en la película casi nada. Al terminar me despido de Maddie y corro hacia la parada de autobús más cercana. Me siento en un banco y espero.

*NARRA CORBYN*
Me levanto y salgo corriendo a la habitación de Eva. La puerta está cerrada. Toco repetidas veces y al no recibir respuesta la abro. Está totalmente vacía, me extraño y decido bajar a desayunar. Todos los chicos ya están aquí. Miro hacia el sofá y me encuentro a Zach llorando descontroladamente mientras que Jonah repite su acción pero intenta calmarlo. Jack está en una esquina llorando en silencio. Daniel tiene los ojos llorosos y está bastante pálido. Mira a la nada y se le ve bastante descuidado. Me acerco uno por uno a todos para intentar ayudarlos pero no parecen tener fuerzas de hablar. Todos tienen algo en común, sostienen un papel en la mano. Veo a Daniel salir precipitadamente. Subo a mi cuarto e intento contactar con Eva. No lo consigo e intento dormirme de nuevo, más tarde iré a buscarla por toda la ciudad para explicárselo.

*NARRA EVA*
El autobús no tarda prácticamente nada. Subo y me siento en el final aunque al ser tan temprano está vacío. Agarro mis auriculares y me pongo música, intentando evitar cualquier canción de why don't we ya que me recuerda a Corbyn. En unos pocos minutos llego a mi destino. Nada más bajar me encuentro a Daniel que corre hacia mí para abrazarme. Nunca me había abrazado tan fuerte. Se le ve triste, me da mucha pena verlo así.

-¿Qué te ha pasado?-dice limpiándose los ojos ya que les acababan de salir las lágrimas-
-Yo...-respiro hondo-Corbyn...y...-vuelvo a respirar y se me rompe la voz, las lágrimas caen rápidamente-
-Tranquila.-dice mientras me abraza-

Intento contárselo de nuevo y termino en llanto. Todavía me parece que los hechos son muy recientes. Mi mejor amigo me abraza y me acaricia el pelo. Me tranquilizo un poco y me dice:

-¡LO VOY A MATAR!
-No, Daniel, déjalo.
-¡TE HA HECHO DAÑO DE NUEVO! ¡YA NO ME CALMO!
-No hagas nada.
-¡Eva!-me mira alterado aunque su tono baja un poco- ¡No te merece!

No le contesto, simplemente le abrazo y consigo que se calme un poco. Me cuenta que todos están destrozados lo que causa que acabe llorando más y más.

-Tranquila, no es tu culpa. Es culpa de ese rubio inútil.
-Yo m-me he ido d-de la c-casa, es mi c-culpa.
-No lo es. No aguantabas más.
-No sé como decirles por qué me he ido y que me entiendan.
-Diles que no podías estar ahí por cosas que personas han hecho y que estás muy dolida. No sé diles algo así.
-No estoy preparada todavía, no me encuentro bien.

Me da la mano y me abraza. Nos quedamos un rato así hasta que conseguimos distinguir la silueta de Corbyn a lo lejos. Comienzo a llorar de nuevo, me ha hecho muchísimo daño. Daniel me abraza fuertemente y me lleva hasta la puerta de la casa de Maddie sin que Corbyn nos vea. Le comento al chico de ojos azules que no avise a nadie de que estoy aquí. Él asiente con la cabeza y me abraza de nuevo. Subo las escaleras decaída y abro con la copia de las llaves que Maddie me dejó. Está sentada en el sofá, me dejo caer a su lado. Llega la hora de comer pero no tengo hambre por lo que decido subir a "mi cuarto". No encuentro nada para distraerme y comienzo a cantar.

*NARRA DANIEL*
Me dirijo a mi casa. ¿Cómo haré para ver a los chicos tan mal y no poder ayudarlos? ¿Qué haré para estar bien? ¿Cómo puedo ayudar a Eva?

La sonrisa perfecta| Corbyn Besson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora