La sonrisa perfecta| Corbyn Besson|

dieciseis

*AL DÍA SIGUIENTE*
Me levanto, Eli no está pero me ha dejado una nota. Dice que llegará tarde. Me encuentro mal, me duele mucho la cabeza. Miro el móvil y tengo 7 llamadas perdidas de Corbyn. Me llega un whatsapp:

Corbean😍
-Cariño, ¿estás bien?
-Sí, ¿por qué?
-Porque voy a tu casa.
-Corbyn, me duele mucho la cabeza y no tengo ganas de nada.
-Espérame, guapa. Te quiero.
-Te quiero.

Es demasiado cabezón, pero es muy mono. Enciendo mi playlist de Why Don't We y reviso mis redes sociales. Se puede decir que soy bastante fan de ellos y me encanta. Son un amor en persona y eso lo reflejan sus canciones, no sé pero me flipan. Poco después llaman a la puerta, es Corbyn. Trae bombones y un osito de peluche. Me besa la frente y pasa. Se sienta en el sofá y me sube encima suya.

-Espero que estes mejor al verme.
-La verdad es que no, te dije que me encontraba mal.-digo como estando enfada-
-¿Segura?
-Sí.
-¿Ahora?-se acerca y me besa de manera muy tierna.-
-Mejor.-digo mientras le abrazo-
-¿Quieres hacer algo?
-Sipi, quiero enseñarte mi casa. La verdad es que yo apenas la he visto. Solo la 1 planta y la 2. Tiene 4 plantas, descubramos la casa juntos.
-Por mi bien.

Bajamos y vemos una piscina y tres habitaciones más. La piscina es de interior, por lo tanto está templada. Las habitaciones son normales y en cada una hay baño. Nos dirigimos a las escalera para subir arriba cuando notamos que se puede bajar aún más, aunque es difícil verlo ya que las escaleras que bajan están muy escondidas. Corbyn quiere bajar y yo prefiero subir. No entiendo. La casa debería tener una planta abajo, otra en la que está la puerta principal, la planta de arriba y otra más. Y que haya una planta más de las que decían no me hace mucha gracia. Realmente tengo miedo, subimos a las demás plantas. Hay muchísimas habitaciones. Wow no sé que haré con todas, son demasiadas. Con la tontería ya era la hora de comer, tenía pensado comer sola pero Corbyn no quiere que me pase nada. Quiere cuidarme, es monísimo. Me prepara una comida, dice que va a hacer su especialidad. Poco después el chico rubio aparece en la cocina con dos platos de lasaña. Él me da de comer y yo le doy a él. Quiero estar todo el día así. Al terminar me acurruco en su pecho y hablamos. Tengo sueño y me duermo. A la hora me despierto tumbada en el sofá y tapada con una manta. He tenido una pesadilla, Corbyn no está. Tengo mucho miedo parecía muy real. Él no aparecía, lo buscaba pero al salir a la calle lo habían atropellado. No quería que eso pasara realmente. Me preocupo por si le han hecho algo. Empiezo a gritar.

-¡CORBYN! ¡CORBYN!-las lágrimas caen al no recibir respuesta-

Está pasando igual que en mi sueño. Me tumbo con la cabeza tapada con un cojín e intento calmarme. Me quitan el cojín. Es él, me levanto y le abrazo. Me limpia las lágrimas y me dice:

-¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?
-Sí, solo he tenido una pesadilla. Era muy real y sentí que te perdía.
-Tranquila, tranquila. Estoy aquí y estoy bien.
-Te quiero muchísimo.
-De verdad te quiero más.
-No creo.-digo riendo-
-Vamos, tenemos que hacer algo.
-¿El qué?
-Cámbiate que vamos a salir al centro comercial.
-Eres el mejor. ¿Qué vamos a hacer?
-Ya verás.

Subo a mi cuarto y me pongo lo primero que veo. Una camisa blanca, unos vaqueros y unas deportivas negras, me peino y me pongo una bandana roja. Bajo las escaleras y agarro la mano de Corbyn. Él abre la puerta y nos vamos. Subimos a su coche. Tardamos 20 minutos en llegar. Me lleva al cine de la mano y elegimos una película de comedia. Él compra las palomitas y los refrescos. Nos sentamos, seguimos de la mano. Todo iba perfecto. Detrás de nosotros se sentaron unos chicos muy molestos y antes de que empezara la peli les dije.

-No nos molesteis.
-Eva, eres muy aburrida. ¿Qué haces a solas con Corbyn?