veintitrés

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-Una serie.-dice mientras se aleja de mí y sale por la puerta-
-¡CORBYN!-grito para que me espere y voy hacia él-
-¿Sí, querida?
-Espérame ¿no?
-Eres tú la que se ha puesto nerviosa y no me ha seguido.
-Emmm...
-Ya veo.
-No digas tonterías y vamos ya.-digo bajando las escaleras para llegar antes que él-
-Tramposilla.-dice mientras corre hacia mí-
-No, no.
-Te pillé.-me coge de la cintura y me besa-
-Eso no vale, ya iba a llegar.
-Vamos a ver la serie de una vez.
-Vaale.

Se sienta en el sofá y yo me siento a su lado. Le miro a los ojos mientras él está concentrado buscando la serie. Me encanta, puedo notar que sus ojos están de un azul verdoso muy vivo. No me había dado cuenta antes, pero al parecer sus ojos cambian levemente de color. No creo que eso sea muy común y hace que este chico sea muy especial. Podría estar todo el día mirandole sin cansarme. Mirar su perfecta cara y su rubio pelo, recordando los momentos que he pasado a su lado. Lo miro y no me arrepiento de nada. Escoge una serie y finalmente me mira con una sonrisa. Me abraza y yo me acomodo. Cojo una manta que hay cerca y nos tapo. Siempre había querido tener a alguien como él, alguien que me cuidara y no me hiciera daño. Ahora que lo encuentro puedo decir sin dudarlo que soy la chica más feliz del planeta. Nuestra historia no es perfecta, no somos perfectos pero eso no importa. Me duermo plácidamente en sus brazos y siento como si estuviera en las nubes.

*AL DÍA SIGUIENTE*
Me levanto antes que Corbyn, miro la hora y descubro que tengo tiempo de hacerle el desayuno. No se me olvida lo que le hicieron esos chicos y decido hacerle su plato favorito: crêpes. Subo a preparme y peinarme antes de cocinar. Escojo todos los ingredientes necesarios de la nevera y en muy poco tiempo el desayuno está listo. Voy hacia la habitación de Eli ya que anoche no recuerdo que llegara y me gustaría saber si está aquí. Abro la puerta y como me esperaba no está. La llamo varias veces hasta que atiende. Me alegra saber que no le ha pasado nada y que anoche acabó durmiendo con sus padres. Llega la hora de despertar al rubio, me acerco a él y le despierto con un beso. Él sonrie y se acerca a la cocina. Le digo que le he preparado crêpes y casi le da algo de la emoción. Comemos con mucha calma ya que llegamos de sobra al instituto. Con todo lo que pasó ayer se me olvidó decirle que había un chico nuevo. Ya se conocerán en clase. Corbyn a penas se peina y está guapísimo. Pienso que a él casi no le hace falta nada para estar bien. Vamos primero hacia casa de los chicos ya que él tiene la mochila allí. Nos abre Zach con una gran sonrisa y se la da. Se ve que ya tenían todo preparado para que él la cogiera. Nos vamos todos, todos menos Jack. Eso me pone muy feliz, realmente no tengo ganas de hablar con él sobre nada. Hoy decido no mirar mi taquilla nada más entrar y hacerlo a segunda hora. Hay menos probabilidades de que algunos de los chicos o Eli vean las notas. Llego a clase y como siempre me siento al final. Poco después entra Axel adormilado y se sienta a mi lado. No le doy importancia ya que Eli se va a sentar con Daniel. Estoy deseando saber que pasa entre ellos dos, se ven geniales juntos. El chico de las mechas me mira y me pregunta:

-¿Estás mejor o tengo que matar a alguien?
-Estoy muy bien, tranquilo.-digo riendo-
-Menos mal, porque hoy no tengo ganas de pelearme con nadie. ¿Has comprobado si hay alguna nota en la taquilla?
-La verdad es que no, me da miedo que cada vez sean más dolorosas para mí.
-Tranquila, sabes que puedes contar conmigo y que te voy a estar para todo. Ahora después te acompaño a mirarlas, ¿vale?
-Vale.

Miro hacia delante y noto que todos los chicos ya están sentados, incluidos Jack y Eli. Daniel y Eli se sientan juntos, Zach y Jonah también y Corbyn con Jack. Esta última pareja me preocupo mucho, espero que el rubio no le diga nada a el de rizos sobre mí. Axel me mira y empezamos a hablar, me cae super bien y tenemos mucha confianza para lo poco que nos conocemos. Ya llega la segunda hora y Axel me coge de la mano y me lleva a la taquilla. Literalmente estoy temblando, nunca había tenido miedo a abrir una taquilla. Cierro los ojos y respiro hondo. Abro mi taquilla y caen como me esperaba 3 notas. Tengo la sensación de que serán más fuertes que las otras. Decido empezar por la más pequeña:

La sonrisa perfecta| Corbyn Besson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora