Capítulo 6

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SheZayn Malik.

En cuanto sale de la sala, sus palabras me golpean con brusquedad y se vuelven eco en mi cabeza. Mi pecho se oprime y llevo una de mis manos hasta él.

—¿Quién mierda es este estúpido?.—la voz de Aiden se escucha distante y de pronto siento que perderé el piso, pero me sujeto de uno de los muebles del lugar.

Había sido muy cruel al juzgarme de aquella manera, ¿quién diablos se creía?, ¡ni siquiera conocía nada de mí!. Pero el haberme acostado con él no había demostrado lo contrario. Me creía una mujerzuela.

Es que, si tan sólo pudiera yo misma entender lo que causa en mí cuando estoy con él. Si pudiera al menos aclarar mis ideas.

Pero no ganaría nada haciéndolo ni menos al decirle su error. Los hombres como Harold Mikhailov, solo buscaban satisfacer sus necesidades con cualquier mujer, dándoles placer por una noche. Sin nada más, para después desecharlas como basura.

Yo no dejaría que nadie más jugara conmigo de esa manera.

—En fin, solo venía a decirte que estoy listo para ir a almorzar, no te di la dirección  porque iremos juntos, ella estará esperando por nosotros.—la voz de Aiden me saca de mi ensimismamiento y lo observo con una sonrisa fingida.

—De acuerdo, solo voy por mi bolso y nos vemos en la entrada.—él asiente en respuesta y deja un beso en mi frente para salir de la sala de juntas.

Suelto el aire que estaba reteniendo y llevo mis manos a los labios, cierro los ojos y la sensación de los besos de Harry se hacen presentes. Pues aún era capaz de sentir sus caricias al pasar sus manos por mi cuerpo.
Pero abro los ojos de golpe y con la respiración agitada, ignoro las imágenes de ambos desnudos, y voy a mi oficina por mi bolso.

Cuando llego, apago el ordenador, acomodo los papeles sobre el escritorio para después, tomar lo que me hacia falta y entrar al elevador mientras me despido con un gesto con mi mano para Sadie.

Llego a la entrada del edificio y me subo a la limusina donde mi primo ya esperaba por mí. En el camino, ninguno de los dos mencionó nada, y agradecía en el fondo que Aiden no hiciera preguntas sobre lo sucedido hace unos momentos. No sabría que decirle, porque ni siquiera conocía al sujeto con el que me había acostado.

Cuando llegamos a un restaurante de comida Italiana, nos dirigen a muestra mesa donde una rubia se encontraba de espaldas. Al escuchar nuestros pasos acercarse, voltea y le sonríe a mi primo para después levantarse y abrazarlo, dejando ver su vientre abultado.

—¿D-De cuanto estás?.—titubeo sin dejar de ver su vientre y de pronto, siento una punzada en el pecho.

—Seis meses, y es un varón.—sonríe con orgullo y noto que estoy llorando hasta que siento las lágrimas en mis mejillas.

—¿Puedo?.—susurro débilmente y ella asiente en respuesta a mi petición, así que sin esperar más, coloco la palma de mi mano con delicadeza, sobre su vientre abultado.

Cierro los ojos dejándome llevar por la emoción, y mas lágrimas recorren mi rostro, pero de pronto, la retiro al sentir un movimiento extraño y miro los ojos azules de la chica.

—Ultimamente se mueve con cualquier contacto. Seguro será muy cariñoso.

Aiden besa su sien y ella sonríe con ternura antes de dirigirse nuevamente a mí.

—Soy Perrie Edwards, mucho gusto.—extiende su mano y la tomo.

—Yo soy Avery, y el gusto es mío. Cuando Aiden me dijo que sería padre, no creí que en unos meses.—él se encoje de hombros y nos retira la silla a ambas para sentarnos.

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