Capítulo 19

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Going crazy thinking about youCaesar Wu.






De nuevo, sus hermosos ojos están observándome con maravilla, nuestros labios están a solo escasos centímetros de rozar se, él está muy cerca mío. Está aquí y yo estoy entre sus brazos.

—Quitate de mi camino.

—Ten mas cuidado la próxima vez.—la dureza en el tono de su voz no me pasa desapercibida. Y se separa de mí ayudando a incorporarme.

Pero cuando estaba dispuesta a seguir avanzando hacia el pequeño restaurante en el que Perrie me esperaba, su brazo captura uno de los mio y tira de mí para volver a estar a su lado.

—Tenemos una conversación pendiente.—dice con serenidad.

—Usted y yo no tenemos nada pendiente, señor Mikhailov. ¿No cree también que es un poco tarde?.

—Avery, por favor...

—No me interesa saber nada más, Harry. Te pedí que te alejaras de mí, no quiero volver a encontrarte.—intento sonar molesta. Pero el ver sus ojos esmeralda mirarme con tristeza ahora, comenzaba a derretir mi corazón.

—Es que no entiendes, tu padre buscaba esto para ti. Que no fueras feliz, no te amaba, solo te utilizó como comodín para cuando fuera necesario.

—¿Y acaso entre tú y mi padre hay alguna diferencia?, ¡también me ultilizaste!, te importaron más tus malditos negocios, fui lo mismo para ti.—las lágrimas vuelven a aparecer porque esto dolía. Amaba al hombre que tenía enfrente mío, pero me había lastimado, solo fui una más.—Me enamoré de ti como una estúpida, me hiciste daño.

—Yo también me enamoré de ti, y ¿crees que fue fácil tenerte a mi lado ocultándote todo?.—suena sincero pero no puedo creerle.

Poco a poco se acerca a mi y coloca sus manos en mi cadera.

—Alejate, no más...

—Te dije que no podías enamorarte de mi, y yo pensé que ocurriría lo mismo conmigo.

—¿Quién te crees para decidir sobre mí?.

—Yo solo...oculté todo porque sabría que le verías como un monstruo, no quería que te sucediera nada porque mi peor temor es perderte, sigue siendo lo. Aún así, estuviste lejos de mi, te hicieron daño, y cada día me odio por no poder haber hecho algo al respecto. Pero ahora te necesito a mi lado, Avery.—dice mirando fijamente mis ojos.

—Ya es tarde, Harry.—me suelto de su agarre y giro para seguir mi camino.

Quito el resto de las lágrimas con enojo y cuando estoy a pocos metros del restaurante, su gruesa voz llama mi nombre a gritos. Volteo a verlo, y se acerca a mí corriendo pero a la mitad del camino se dobla y cae de rodillas sobre el muelle.
De uno de sus costados, una mancha roja comienza a extenderse con rapidez y lo observo con atención, recordando las palabras de Louis.

Se está dejando morir.

Él no estaba bien.

—¡Harry!.—grito con preocupación y comienzo a correr hacia él.

—¡No!, vete.—gritó sin mirarme.—¡Vete, Avery!, ¡corre!.

Me detengo y lo miro molesta, pero los gritos de las personas hacen que desvíe mi vista de él, y quedo frente al mar donde se alzaba una gigantesca ola que con fuerza se acercaba hacia nosotros.

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