Años de Amor ♡Joerick♡

♡19 años

-¿Por qué tienes esa cara Erick? Se supone que debes estar feliz. Es nuestro primer día en la universidad.- pregunta Joel. -¿Acaso no te emociona?

-Estoy triste.- dice Erick haciendo un puchero.

-¡Es la universidad, Erick! Fiestas, chicos, salidas, aventuras...- Joel hace un movimiento raro con sus manos al hablar.

Erick lo mira con los ojos entrecerrados. -Dime donde está Joel y que hiciste con él.

El rizado suelta un bufido. -Solo trataba de animarte. Siguen sin gustarme esas cosas, pero a ti si.

Joel camina rápido llegando a la puerta de su facultad. Antes de entrar Erick lo detiene.

-¿No vas a preguntar el por qué de mi tristeza?

-Mmm... ¿debería?

-¿Enserio lo estas dudando?

Joel se encoge de hombros. -Últimamente no me cuentas nada. Christopher es tu almohada ahora, ve a llorar con él, Erickin.- dice burlándose y luego entra a su facultad.

Parece que saliera humo de la cabeza de Erick por toda la furia que está sintiendo en este momento.

-Estoy triste por que ya no estudiaremos juntos, idiota.- murmura para si mismo viendo como el rizado se pierde entre la multitud.

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-¿No estas emocionado?- pregunta Chris e insiste una y otra vez con distintas preguntas para llamar la atención de Erick que parece estar perdido en sus pensamientos.

-¿Eh-h?- suelta el ojiverde confundido. Y los siguientes minutos finge prestar atención al gran discurso que su amigo le da sobre cada una de las cosas que piensa hacer en la universidad.

Siempre a dejado en claro que encaja perfectamente con Chris, que es el chico al cual puede llamar mejor amigo, y es cierto, pero eso no tiene nada que ver con Joel.

En este momento se siente vacío por que el rizado no está sentado a su lado como solía hacerlo en todos sus años de escuela.

Chris no es Joel, con Joel encaja correctamente por que él es paz en medio de caos, Joel no es un simple amigo.

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El rizado camina hasta el fondo del salón y se sienta en la ultima fila de sillas. No se sentiría cómodo sentándose al frente por que Erick no está y el pequeño ojiverde es quien lo obligaba a sentarse adelante.

Faltan algo más de 10 minutos para que su clase empiece así que se pone los auriculares dispuesto a escuchar un poco de música el tiempo que queda, pero una voz llama su atención.

-¡¿Joel?!- el rizado levanta la vista y lo ve, el chico de aquel concierto.

-Eres tú... ¿Zad? ¿Zac?

-Soy Zabdiel.- aclara riendo y toma asiento a su lado.

Antes, durante y después de la clase se ponen al día con sus vidas. Cualquiera que los viera pensaría que se conocen de toda la vida y es que cada palabra que dicen emociona al otro, por que jamas han encontrado a alguien que los comprendiera de esta forma.