♡72 años

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La brisa de la noche sopla levemente y choca en su rostros, transmitiéndoles paz.

Es otoño y desde esa altura se pueden contemplar como las hojas ahora anaranjadas de los pocos árboles que habitan en el lugar, caen sobre el césped.

—Todo este tiempo... —suelta en un suspiro largo —no me arrepiento de nada.

—Ni yo, mi amor. Eres lo mejor de mi vida —responde Joel abrazándolo más fuerte.

La cabeza de Erick está recostada en el hombro de su esposo, mientras el rizado recuesta la suya sobre esta.

Ambos están envueltos en una cobijita, la favorita de Erick. Sentados en una banca en el balcón.

—Estas temblando —dice Joel mientras sube los piesitos de Erick sobre su regazo para que no toque el frío piso —Deberíamos entrar ya.

—No, quiero estar aquí un ratito más —se niega el ojiverde —quiero seguir viendo las estrellas.

Joel suelta un suspiro antes de hablar —¿Crees que Zabdi, Chris, Bibi y Hugo, además de tus papás y los mios, nos estén viendo?

—Si, ellos deben ser esas bonitas estrellas.

El rizado acomoda bien el gorrito de Erick sobre su cabeza y deja un beso ahí.

—Me gusta estar a tu lado —murmura Erick con un nudo en la garganta rompiendo el silencio.

—No tengas miedo, siempre va a ser así.

—Pero...

—Siempre, Erick —afirma acariciando su rostro —jamás lo dudes, yo te lo prometí.

—Es que... ya no puedo.

—Si quieres dormir, duerme bebé. No te asustes, sabíamos que este día llegaría.

Erick se estira para besar sus labios y Joel vuelve a besarlo cuando se separa.

—Eres lo que más amo —le dice y besa su nariz.

Erick se acurruca más a él —Te amo con mi vida —Joel siente como tiembla un poco y su voz se corta —Gracias... te quedaste conmigo hasta el último segundo...

Y Joel quiere llorar también —No es el final, porque nos vamos a volver a encontrar donde sea que vayamos después de esta vida. Te voy a encontrar...

—¿Lo prometes?

—Por Bon Jovi.

Joel carga a su esposo adentro. Llega a su habitación y lo recuesta en la cama y se recuesta también a su lado.

Abraza su cuerpo fuerte como si así pudiera retenerlo un poquito más.

Saca su viejo walkman de su bolsillo, pone un auricular en el oído de Erick y el otro en el suyo.

Es Always por milésima vez.

—Well, there ain't no luck in these loaded. But baby, if you give me just one more try, We can pack up our old dreams, and our old lives... —canta Joel.

—We'll find a place, where the sun still shines —lo sigue Erick débilmente.

—Yeah I, will love you, baby. Always and I'll be there...

—Forever and a day, always...

—I'll be there, till the stars don't shine, 'Til the heavens burst and the words don't rhyme...

—I know when I die you'll be on my mind...

—And I'll love you, alway... —canta Joel y espera que su esposo pronuncie la última palabra, que ya no llega.

Joel ya no siente sus latidos y el calor que emanaba su cuerpo va desapareciendo. Sus lágrimas resbalan inevitablemente por sus mejillas aunque sabe que no debe llorar.

Está listo también. Su corazón es débil, el doctor le dijo que podía detenerse en cualquier instante y luchó contra su propio destino para quedarse junto a Erick.

Pero su corazón no debe luchar más, ya ha cumplido su propósito y está bien.

Sabe que Richard llegara a la mañana siguiente a dejarles el desayuno que siempre trae de su cafetería. Y él sabrá que hacer.

Joel cierra los ojos aún abrazando a Erick —¿Me extrañaras, si sólo han pasado 3 minutos? —pregunta al aire.

Always sigue sonando, una vez más. Bon Jovi sigue cantando, aunque ya nadie puede apreciar su sorprendente voz ni tararear las notas que contiene su melodía.

...

—¿Y se fueron al cielo? —pregunta Aliyah bostezando.

Su papá asiente —Tus tíos se amaron mucho, no podían estar separados.

—¿Qué pasó cuando tenían 7 años?

—No lo sé, ellos decían que era su secreto.

La pequeña sonríe casi dormida —Quiero un amor así.

—Si, cuando tengas 40 —responde Richard al besar su frente, apaga la lampara y sale de la habitación.

La historia de Joel y Erick es la que siempre le cuenta a su hija, es una historia que no merece ser olvidada.

Camina hasta su ventana y suspira viendo las estrellas.

Ellos están ahí, juntos como siempre.

—Ven mi amor —lo llama su esposa —nuestra hija ya está dormida y tú también te mereces un descanso.

Richard camina hasta su lado y la abraza en cuanto está bajo las sabanas.

Joel y Erick tenían razón, todos tienen a su persona correcta que llega en el momento indicado.

Ese sentimiento incondicional, reciproco, infinito, fuerte e inmenso.

El amor verdadero existe.

Años de Amor ♡Joerick♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora