Años de Amor ♡Joerick♡

♡38 años

—Hugo, no seas malo y deja que Bibi también coma —regaña Erick a su perrito que peleaba con la gatita de Chris por comida.

—¡Erick! —escucha como lo llama su esposo asi que corre asustado al jardín trasero.

—Tres segundos —bufa Zabdiel —¿no podías tardarte un poco más?

—No le hables asi —regaña Joel —Mi esposito se preocupa mucho por mi, por eso corre cuando lo llamo.

—Pues tu esposito me hizo perder 50 dólares —reniega el rubio rodando los ojos.

—¿Perder? —pregunta Erick entrecerrando los ojos.

—Callate —murmura el rizado pisando el pie de su amigo.

—¡Chris! —lloriquea Zabdiel para que su novio lo ayude.

—¿Otra vez apostando, Joel? —gruñe Erick acercándose —Y además usandome.

—Fue la última vez, mi amor —retrocede con miedo.

—Dijiste lo mismo hace unos días.

—¡Cuida a Hugo por mi Zabdiel! —grita antes de correr.

—¡No corras! —grita el ojiverde corriendo tras él.

—30 dólares a que lo alcanza en menos de 2 minutos.

—No comiences con tus apuestas si no quieres correr también —dice Chris finalizando la conversación.

Zabdiel cruza los brazos y forma un puchero a modo de berrinche. Espera que Joel no muera, porque es el único con el que puede apostar.

♡

—¡Erick, mi leche! —llora Joel sentado en el sillón.

—Espera un poco ¿si? —habla con ternura —estoy entibiandola.

—¡Quiero mi leche! —vuelve a llorar el rizado y se tira al piso.

—Mi amor no hagas berrinches —dice Erick dejando la taza de té en la pequeña mesita que está al lado del sillón —toma la leche.

—¡Ya no quiero!

—¡Joel, levantate! —dice Erick jalandolo de un pie —Hermoso, toma tu leche y vamos a dormir, por favor.

—¡No quiero!

—¡Joel Pimentel levantate de ahí antes de que te obligue a dormir en el suelo una semana entera! —ordena Erick perdiendo la paciencia.

—Me gritaste —dice el rizado fingiendo llorar.

—¿Ustedes siempre son asi? —pregunta Chris mirandolos asustado al igual que Zabdiel.

—Es increíble que sigas tirandote al suelo cuando estas triste —suelta Zab riendo.

Joel se levanta del suelo avergonzado y no dice nada más, solo agarra su taza de leche y camina hacia su habitación.

—Él es muy berrinchudo —dice Erick sentandose en el sillón.

—Y tú muy mandón —ríe Chris —tal para cual.

Erick le muestra su lengua.

—38 años y aún parecen unos niños.

—Ustedes no son mejores —dice molestandose.

—Chris es berrinchudo también —dice Zabdiel mirando al castaño.

—¿Yo berrinchudo? —el rubio asiente —¿Quieres que cuente aquella vez en la que no quise ponerme chocolate...? —Zab cubre la boca de su novio para que no siga hablando.

—Ya es tarde y mañana tenemos un vuelo —se excusa el rubio.

—Espero les vaya muy bien en tu gira, Zab. Cuiden a Bibi —se despide Erick.

Sus mejores amigos se despiden también y se marchan.

—¿Ya estas dormido, mi amor? —pregunta acercándose a su cama.

Joel no le responde asi que va al baño a cepillar sus dientes y ponerse el pijama, luego vuelve y entre despacio a su cama para no despertar a su esposo.

Se toma unos segundos para observarlo. Joel es hermoso y está orgulloso que haya sido suyo desde niño y sea suyo toda la vida y más.

—No sabes cuanto te amo —murmura cerca de sus labios.

—Lo sé —contesta el rizado sorprendiendolo —Me amas como yo te amo a ti —rodea su cintura con ambos brazos y lo pega más a su cuerpo.

Erick ríe y deja un beso en su nariz —Pensé que dormias.

—No puedo dormir si no estas a mi lado. Necesito a mi osito Erickin para dormir —habla agudizando su voz.

—¿Otro berrinche?

—Tengo hambre, Erickin, necesito más que leche.

—¡Oye! Yo no tome ni un poquito porque te la acabaste, yo también queria leche —dice Erick —Pero podria preparar sándwiches.

—No —habla Joel subiendo sobre Erick —quiero comer otra cosa —acerca su boca al cuello del menor y finge morder —ñam, ñam, mi comida favorita.

—Joey —ríe Erick —yo de verdad tengo hambre.

—Puedo darte leche —el rizado le guiña un ojo y comienza a hacerle cosquillas en todo su cuerpo.

Algunas personas creen que el amor va desgastandose con el tiempo, que se va agotando hasta esfumarse completamente.

Creen que no se puede estar con una misma persona muchos años. Que tal... ¿10 años? ¿22 años? ¿31 años? ¿56 años? o mejor toda la vida.

Piensan que todo cansa, aburre, estresa.

Que equivocados están, porque no conocen el amor verdadero, cruza la línea mortal y espiritual.

Rompe todas las barreras, esterotipos y prejuicios. Te devuelve la felicidad y las ganas de vivir.

Pero lo más importante, un amor verdadero dura no solo la vida entera, sino la eternidad.

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Para los que no se enteran de nada, este es el principio de la maratón que haré estos tres días, mientras más apoyo tenga más rápido actualizaré en las demás historias. :3