Años de Amor ♡Joerick♡

♡7 años

Cuando la campanita que anunciaba el final de las clases sonó, Joel jaló a Erick con él hacia la salida de la escuela.

—Joey... ¿qué pasa? —preguntó el ojiverde desconcertado.

Joel paró en seco y miró fijamente a Erick antes de hablar —Quiero mostrarte un lugar.

—¿Ahorita?

El rizado asintió —Mamá ya vendrá por mí y podría pedirle permiso...

—No —negó el pequeño —mi mamá también llegará y no me dejará ir —dijo con una notoria tristeza.

—¿Por qué?

—Por favor ven conmigo —suplica Joel con los ojos cristalizados.

Erick voltea a ver a la maestra que está arreglando la ropita de una niña y a sus demás compañeritos jugando alrededor mientras esperan a sus padres. Sabe que está mal pero siente que debe hacerlo.

Asiente con la cabeza y corre junto a Joel calle arriba por la vereda.

Llegan a un parque que está cerca a un lago, hay algunos patitos nadando en el agua.

Ambos niños se sientan en la orilla y permanecen en silencio varios minutos, hasta que Erick siente a Joel temblar un poco.

Mira a su costado y ve sus manos aún entrelazadas.

Se siente seguro de esa forma.

—Mi hermano me traía aquí los fines de semana —explica el rizado —no he venido en un largo tiempo desde que se casó.

—Mamá dice que a papá le gustaban los patos —añade Erick sonriendo mientras voltea a mirar a Joel, quien también le sonríe cuando sus ojos conectan.

—¿Y escuchaba a Bon Jovi echado en el césped?

—Siempre escuchaba a Bon Jovi.

Ambos ríen y vuelven sus miradas al frente.

—Sé que es demasiado pronto porque apenas hablamos ayer pero... —Joel muerde su labio inferior por los nervios que siente  —cuando llegué a casa ayer después de la escuela, le dije a mi mamá que conocí al niño con el que quería estar hasta tener 100 años —baja la mirada —ella dijo que está mal que me gusten los niños.

—¿Es por eso que no te sentaste conmigo en el recreo a escuchar a Bon Jovi como lo prometiste? —pregunta tímido y Joel asiente.

—Mi mamá no va a dejar que seamos amigos.

—Mamá dice que me puede gustar lo que me guste y siempre va a estar bien porque no le hago daño a nadie —responde el pequeño Erick.

Un sollozo escapa de los labios de Joel y Erick lo abraza porque no soporta verlo llorar.

—Seamos novios... —murmura el ojiverde.

—¿Qué?

—Dijiste que tu mamá no va a dejar que seamos amigos entonces seamos novios.

—Eso es peor, Erick.

Erick baja la mirada porque se siente regañado y esta vez es Joel quien lo abraza.

—Si quiero ser tu novio — susurra Joel cerca de su oído —pero tiene que ser un secreto o mamá se volverá loca.

Erick se sonroja y a la vez ríe —Tu mamá y mi mamá ya deben estar locas buscándonos por toda la escuela.

—Van a regañarnos.

—Por culpa tuya.

—No me arrepiento de este día y jamás lo haré.

—Tampoco yo... —responde Erick —pero hay un problema.

—¿Cual?

—No sé la dirección de mi casa —forma un puchero.

Joel aguanta la risa porque lo entiende, aunque son de la misma edad, Erick parece más pequeño.

—No te preocupes —acaricia su mejilla —yo sí sé como llegar a mi casa, iremos juntos y le pediremos a mi mamá que le llame a la tuya.

Los ojitos de Erick brillan —Si, si me sé el número de mamá.

—¿Crees que mamá te odie cuando te conozca? —pregunta Joel mientras caminan a su casa.

—No lo sé —murmura Erick un poco asustado.

—Yo creo que no —se responde a si mismo —eres una cosita demasiado tierna como para odiarte.

—No soy un bebé —se queja.

—¡Eso es! —exclama emocionado —cuando seamos grandes tendremos un bebé y tú lo cuidarás.

—¿Por qué yo?

—Porque yo voy a trabajar —gira los ojos con obviedad.

—¿Entonces viviremos juntos?

—Si.

—¿Y tu mamá?

Joel sujeta la mano de Erick cuando ya están frente a la puerta de su casa.

—Yo voy a protegerte, Erick, siempre. Pase lo que pase. Vamos a estar juntos hasta que tengamos 100 años y nuestros corazones dejen de latir, incluso después de esta vida. Siempre.

—¿Lo prometes por Bon Jovi?

—Lo prometo, por Bon Jovi.

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