Capitulo 3.
Me desperté como cada mañana abrazada a mi larga almohada, ¿quién necesitaba dormir con un chico teniendo una almohada larga y cómoda a la que abrazarte? además que no soltaba calor ni le olía el aliento mañanero. Definitivamente yo con una almohada, pizza y gatos que me den cariño viviría de lujo.
Me incorporé y me dio un mareo de estos chungos que no ves una mierda y te duele la cabeza, de esos que da gusto empezar una mañana así, sí. Me senté un rato y entonces me acordé, ¿anoche había alguien aquí? quizás fue un sueño, pero juraría que vi una sombra... recorrí cada rincón de mi habitación en busca de algo fuera de lugar y todo estaba relativamente perfecto.
WhatsApp:
Marcos Acosador: Mira en la tapa de la batería del móvil. Buenos días, aún dormida tienes cara de ser mala. 3:27
Lo leí como 4 veces seguidas aún sin creermelo, sería una broma de mal gusto, seguro. Le di la vuelta a mi móvil abriendo lentamente la tapa trasera y ahí estaba, un papel perfectamente doblado:
«Te dije que sabía donde vivías, que nos conocíamos. Hoy no hagas planes rubia, paso por ti a las 17:00, más vale que no me plantes o en la siguiente visita no te dejaré dormir.»
Me quedé boquiabierta, ¿que se supone que debería hacer? ¿llamar a la policía? esto es delito, acoso profesional Dios mío.
- Nell el pan se te va a quedar tieso, como suba yo verás. - Gritó mi madre desde la parte de abajo de la casa. Ella y su forma tan cariñosa de despertarme.
Bajaré a desayunar e iré a casa de Carla, mi mejor amiga, necesitaba consejo, no sé que hacer con este demente que se cuela en mi casa de madrugada.
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La coincidencia.
Teen FictionNuestra protagonista tuvo la coincidencia de encontrarse a Marcos, el chulo de turno, un chulo que le cambiaría la vida. Ángel por su parte jugaría un papel imprescindible en ella. Pero... ¿y cuando alguien asegura conocerte pero tu no lo recuerdas...
