La coincidencia.

¿¡QUÉ!?

(Narra Marcos.)

- Debes olvidarla. - Fue lo único que me dijo mi hermana cuando Nell se fue.

Yo sabia que debía hacerlo pero no era tan fácil. Estaba enganchado a ella, simplemente era como una droga, me sentía vivo cada vez que la besaba.

- ¿Ismael? - Dije cuando mi mejor amigo descolgó la llamada.

- ¿Qué quieres ahora? - Respondió "amablemente" con voz adormilada.

- Esta noche salimos de fiesta. Voy a olvidar a Nell. - Sentencié.

(...)

¿Cuánto llevaba sin follar? Meses, quizás hasta casi un año, no me acuerdo, pero cuando estaba con Nell no sentía la necesidad como cuando estaba con todas estas chicas que tenia a mi al rededor. Algunas de ellas bastante borrachas, otras en su sano juicio. Pero me fije en una, más tímida de lo que había a mi alrededor, estaba mirando a la pista de baile con cara de aburrimiento, sentada al lado de una de las chicas que intentaba coquetear conmigo, sería su amiga.

- ¿Y tú eres...? - Dije con esa sonrisa tan propia de mi.

- Paula. - Dijo a desgana.

- Muy bien, yo soy Marcos, ¿bailamos? - Pregunté.

Me miró de arriba a bajo. - No. - Respondió.

- ¿Por qué?

- Estas bueno, pero "ñah". - Dijo esa última "palabra" con cara de asco y ladeando la cabeza hacia ambos lados, por último, quitando su vista de mi.