La coincidencia.

La cita.

Capítulo 12.

(Narra Nell.)

- Yo flipo con tu concepto de cita ro-mán-ti-ca.- Dije esquivando tubos de escape y trozos de metal.

- Cállate quejica.

- Cállame tú estúpido.- Dije sin pensar. Marcos me miró dándose la vuelta y se acercó a mi, justo en el momento en el nuestros labios fueron a juntarse me separé y le hice una señora cobra. Me miró con asombro.

- Ahora la que tendrá que ganarse un beso mío serás tú, chula.- Sentenció prosiguiendo su camino.

A los pocos minutos llegamos a un llano con un enorme edificio blanco justo en frente, el cual sus ventanas daban hacia el otro lado.
Delante mía había una sábana tipo picnick en el césped. Diría que era el sitio más decente que he visto desde que entré. Detrás nuestra había un viejo ford munstang bastante limpio aunque era notable su deterioro, en el capó había un proyector, y vi como Marcos se acercaba a la parte de atrás donde había una pequeña nevera y sacó dos cervezas, y dos bolsas de palomitas una con chocolate, y otra de colorines.

- Este lugar es secreto, el tío del desguace era un primo de Ismael, y aunque ahora está abandonado se encarga de que no entre nadie.

- Permiteme dudarlo. - Señalé una pareja a lo lejos haciendo movimientos raros para dios sabe qué.

- Espera un momento. - Dijo acercándose a ellos.- Estos son Pablo y Lucia.

Pablo me tendió la mano, la cual rechacé al pensar en cuántos sitios asquerosos de esa chica la ha metido, la mano digo.
Y la chica me intentó dar dos besos que de nuevo rechacé pensando donde habría puesto sus labios.