Capítulo 6. (Repetido)

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Vuelvo a subirlo porque me han dicho Wattpad no deja leerlo:

Capitulo 6.

Dedicado a Paula de Cozar.

(Narra Nell.)

- Hola... yo, bueno, supongo que sabrás quién soy... - No sabía ni disculparse ni ir al grano, definitivamente me voy. - Pensé echándole un último vistazo al que aseguraba ser mi padre pero nunca se encargó de mi. Subí a mi cuarto y me tiré en la cama. Mi habitación no era muy grande, contaba con una cama de matrimonio, un escritorio en el que supuestamente tenia que estudiar, cosa que hacia en el sofá, una alfombra y un espejo de cuerpo. No tenia baño, mi baño estaba en el pasillo, básicamente al lado de mi cuarto, pero no dentro.

- Hostia. - Pensé en alto mientras cogía mi móvil para mirar lo que fuese que me llegó antes.

WhatsApp:

Marcos Acosador: Esta noche te recojo a las 3:00 delante de tu casa. No es una pregunta. No me hagas subir a tu cuarto y sacarte a la fuerza. No te arrepentirás. - Me mordí el labio inferior. Este chico... ¿qué estaría tramando? - Pensé mientras miraba la hora: 00:36. Aún quedaba bastante, así que opté por ponerme algo de música, le di al play y comenzó a sonar: Mi princesa. - David Bisbal.

Me dejé llevar por el sonido embriagador de su voz y caí en un intenso sueño.

(...)

Sentí como me movía y no entendía nada, estaba demasiado cansada y la pesadez de mis ojos no me dejaba abrir los párpados, hasta que olí a One Millon. Marcos. Me desperté al momento y lo vi quitándome los pantalones.

- ¿¡PERO QUE COJONES ESTÁS HACIENDO!?- Grité quitándole las manos de encima. A lo que respondió tapándome la boca.

- ¿Estás loca? vas a despertar a tu madre mongola.- Susurró y se escucharon pasos en el pasillo. - Joder. - Dijo negando con la cabeza y escondiéndose bajo mi cama.

- ¿Estás bien?- Preguntó mi madre soñolienta.

- Sí mamá, solo tuve una pesadilla. - Concluí fingiendo un bostezo con el cual cogí más aire de la cuenta y empecé a toser atragantándome. Casi me muero.

- Y... ¿porqué tienes el pantalón así?- Juraría que mis mejillas tomaron un color rosado y agradecí mentalmente a la oscuridad por estar presente en esta habitación. Amén.

- ¿Esto? Pues... por... porque... pues porque en mi sueño tenía una soga atada a las piernas e intentaba quitármela y eran los pantalones que me resultan incómodos. Me los quitaré ahora. - Me aplaudí eufórica mentalmente. Vítores y aplausos, gracias querido público, gracias.

- Oh si. - Dijo Marcos más alto de lo que debería.

- ¿Has escuchado lo mismo que yo Nell?

- ¿El qué mamá? estás cansada, anda vete a dormir que es tarde. Gracias por preocuparte, te quiero. - Prácticamente la eché, y eché la cerradura de mi cuarto.

- ¿Tú que clase de retraso tienes? a ver. - Le recriminé susurrando.

- Perdona, perdona. La emoción. - Salió de debajo de la cama con una sonrisa pícara. - Vamos, quitatelo, le dijiste a tu madre que lo harías. Las niñas buenas no mienten.

Definitivamente lo odio. Lo empujé.

- ¿Qué mierda haces en mi cuarto y porqué me estabas desnudando? - Crucé los brazos a la altura de mi pecho.

- Te dije que si no bajabas subiría por ti. - Se encogió de hombros. - Y lo de el pijama pues... te desperté, bueno, te moví, no me hacías caso, te besé, me respondiste al beso pero no abrías los ojos y bueno, no pensarías salir así ¿verdad? por eso intenté ahorrarte tiempo cambiándote yo. - Respondió sinceramente mientras se sentaba en mi cama.

La coincidencia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora