(Narra Marcos.)
- Yo... creo que... estoy enamorado de ti. - Le dije seriamente mirándola a los ojos.
Tras unos segundos de silencio, comenzó a reírse, y eso me rompió por dentro. Me levanté y salí de allí con sus carcajadas de fondo. - ¿Cómo se puede haber reído de mis sentimientos? Es que soy gilipollas. Nunca me he enamorado, nunca le he dicho a una chica que me gustaba. Y sentía que ella era especial, que era diferente. Que se lo tomaría de otra forma. Pero se rió en mi puta cara. Joder Marcos eres terriblemente idiota.- pensé mientras me alborotaba el pelo con desesperación. - Vine hasta aquí solo para hacer el payaso. Necesito un cigarro...
- Oye, ¿me hablabas en serio? - Me preguntó Nell que no sabia ni cuanto tiempo llevaba a mi lado.
- Si te vas a volver a reír te piras. - Dije encendiendo el cigarro que estaba preso por mis labios.
- Lo siento. Pensaba que me estabas vacilando... ¿por eso has venido hasta aquí?
- Sí. Tenemos cosas de las que hablar. Y espero que no me odies después de lo que te voy a contar.
(...)
Una vez acabamos de comer...
- Vamos montate, te llevaré a un sitio y allí te contaré.- Dije mientras vendaba sus ojos y la ayudaba a montarse en la moto.
(Narra Nell.)
- Vale, ya hemos llegado. - Dijo quitándome la venda.
Estábamos en la azotea de un edificio enorme y se podía ver toda New York desde aquí.
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La coincidencia.
Novela JuvenilNuestra protagonista tuvo la coincidencia de encontrarse a Marcos, el chulo de turno, un chulo que le cambiaría la vida. Ángel por su parte jugaría un papel imprescindible en ella. Pero... ¿y cuando alguien asegura conocerte pero tu no lo recuerdas...