#1 Amor Prohibido; taennie • |completa| • ✓

》Capítulo 2

— ¿Tú? — su asombro era más que el mío — ¿Qué haces aquí? — miraba para todos los lados, seguro cerciorándose de que, nadie nos vea. Pero eso había sido un poco tarde.

— Lo mismo me pregunto — atine, nunca esperé encontrarlo en este lugar.

— No — mostró una sonrisa ladina — Se bien que, me has estado siguiendo, pero pierdes tu tiempo no eres mi tipo — dijo de una manera muy peculiar.

Podía jurar que mi expresión era todo un poema, pero de extrañeza y ridiculez ante sus palabras.

— Púes que bien, me alegro, porque de igual manera nunca me juntaría con un idiota como tú — señalé y la sonrisa que había en sus rostro poco a poco se fue esfumando.

— No sé, ni para que te hablo, pierdo mi tiempo contigo — se estaba yendo.

— Espera — lo te tome del brazo, tal como esta tarde en la playa. Se detuvo — No te vayas, hablemos.

— No tengo nada de que hablar contigo.

— Pero yo, sí, por favor — prácticamente le estaba rogando, pero con tal de saber, como conocía esa canción, no me quedaba de otra.

— Ahora no tengo tiempo, tengo una presentación que hacer — dijo señalando hacía donde se encontraban un grupo de chicos cerca del escenario, los cuales observaban hacía nuestro lado.

— Ya veo, entiendo, entonces... me puedes dar tu número y hací nos comunicamos — fue más una petición que una pregunta.

— ¿Por qué tanto interés en hablar conmigo? — preguntó con suma curiosidad.

— Eh.. Bien... Lo que pasa es que.. — en eso, me veo interrumpida por un hombre que se acerca a él y le susurra algo en el oído.

— Me tengo que ir — dijo el chico y se dio la media vuelta pero, lo detuve, otra vez — ¿Qué quieres?

— Tu número — suspiró.

— Esta bien, apunta — me comenzó a dictar su número.

— Espera, espera — me acerque a una pequeña mesa donde había lápiz y papel, de lo último, tomé un pequeño trozo y empecé a anotar. En estos momentos deseaba cargar mi celular.

Después de terminar de anotarlo, me dijo que, lo llamara después de la una de la mañana, que a esa hora estaría desocupado y dicho esto, se marcho.

Así que también es un, Idol — pensé.

Joder, habia olvidado preguntar por su nombre.

"Hay Jennie, Jennie, si que eres tonta" — me regañe mentalmente para luego dirigirme hacía el camerino, donde se encontraban las chicas y Marco.

— Bien chicas, excelente presentación — dijo él contento — Pero usted, señorita — fijó su mirada en mí — Tenemos un asunto pendiente.

— Sí, sí, lo que usted diga — caí rendida en el sillón de la habitación.

— Que sea la ultima vez que pasa esto, Jennie. No quiero que se vuelva a repetir la historia, sabes lo preocupado que estábamos — dijo molesto y a la par con expresión preocupada.

— Esta bien, perdón, ¿sí? — lo miré, realmente lo sentía — No volverá a pasar, te lo prometo.

— A ver dime, ¿Qué hubiera pasado si otra vez te secuestran y traten de abusar de ti? dime — unas venas se comenzaban a pronunciar en su cuello.

— Pero no paso, estoy bien,  tranquilo. — soltó un suspiro cansado, llevo una mano a su cintura y con la otra tocó su sien.

— No lo vuelvas hacer — me miró — Y si sales sola, lleva tu celular al cien por ciento y tienes que responder a cualquiera de nuestras llamadas — habló señalando a las chicas, que escuchaban en silencio — Lo mismo va para ustedes — las miró  y ellas asintieron — ¿Jennie?