#1 Amor Prohibido; taennie • |completa| • ✓

》Capitulo 26

• Kim Jennie •

Mientras esperaba al hombre, me había levantado con cuidado de la cama observando el lugar, sabia que son pasada las seis d ela tarde, gracias a un pequeño reloj que yace en la mesa, ubicada al medio de los dos sillones.

Se me hacía un poco extraño que él, no haya regresado, después de varias horas.

Por un momento pensé en escapar, pero el temor de que alguien esté cuidando la puerta —puerta que no me atreví a abrir— me hacía desechar ese pensamiento.

Regresé a la camilla sentándome con cuidado, mi mano aún seguía con la intravenosa, por lo que, me tenía que mover junto con el tubo largo en donde cuelga el suero.

Empece a pensar "¿Cómo estará el resto?, ¿Qué es lo que están haciendo ahora? Mi madre, mi hermano, ¿Me estarán buscando?"

Supongo que deben hacerlo.

"¿Taehyung, lo estará haciendo?"

"No puedo evitar quererte" — recuerdo las palabras que había dicho el chico, y aún sigo pensando si serán del todo ciertas. Pero aquello no impide que en mi pecho sienta una calidez al recordarlas.

Incluso, hasta siento como una leve ansiedad, llega a mí al no tenerlo junto a mí. Ahora su mano no está entrelazada con la mía y sus brazos no rodean mi cuerpo proporcionándome protección y calidez.

Desecho mis pensamientos, cuando la puerta es abierta de golpe, un hombre que no conozco, entra junto al que me cuidaba hace algunas horas. Ambos están con expresión alarmada y molesta.

— Muévete — el tipo desconocido y de apariencia un poco más mayor que el anterior, me toma del brazo con fuerza. Con brusquedad saca la intravenosa de mi mano, haciendo que esta comience a sangrar un poco, el tubo donde yace el suero termina en el suelo.

Miro, confundida y asustada, al hombre más joven, pero él simplemente mantiene una mirada fría.

El tipo, de chaqueta de cuero me levanta, llevándome físicamente hacia la salida, ambos revisan los pasillos antes de seguir avanzando, mi corazón empieza a latir rápidamente del miedo.

— ¿Qué es lo que--?

— Cállate — dice entre dientes, sustandome aún más al ver que levantó su mano para pegarme.

Siento como mis piernas se tambalean por lo débil que me encuentro, pero eso no parece importarle al él y menos al hombre que me trajo aquí.

— Entra — dice metiéndome a lo que seria los baños de hombres.

— Joder, no contesta — dice, el mayor, marcando una y otra vez un número telefónico — ¡Maldición! — lanza el teléfono al piso pisoteandolo con fuerza hasta que esté se rompa por completo.

Siento como las lágrimas quieren abandonar mis ojos, estoy totalmente aterrada, el otro chico see acerca a mí, en un descuido del hombre. Me protejo con mis brazos, como si estuviera entre la vida y la muerte.

Aunque viéndolo desde un punto de vista, no estoy muy lejos de eso.

— Tranquila — es lo único que susurra.

Pero, no puedo estarlo y menos aún, cuando el hombre gira hacia nosotros, saca un arma detrás de su pantalón y me apunta.

— Ey — interviene el chico — Baja eso.

— Ella, debería estar muerta, por su culpa estamos metidos en todo esto.

— Yo, la traje a aquí — él se coloca delante mío, extiende sus manos, tratando de que el otro se detenga.