#1 Amor Prohibido; taennie • |completa| • ✓

》Capitulo 44

— Hija...

— ¿Papá?

•••

Una pequeña niña de cabellos morenos, tes blanca y tierna mirada gatuna, sonreía cómodamente desde su cama, mientras que su padre cantaba aquellas letras hermosas y tranquilizadoras.

— Appa, desafinaste — rie tiernamente mientras se esconde bajo la manta.

— ¿Lo hice? Oh, soy un mal cantante — el hombre sentado a orillas de la cama, empieza a hacerle cosquillas a su pequeña princesa, siendo ess la causa de que Jennie ría con más efusividad.

"¡Appa, no! ¡Appa, canta lindo!" — eran las palabras que salían acompañada de su tierna voz.

— Es tarde, debes dormir — deposita un casto beso en su frente.

— ¿Tengo que ir donde la tía Kim? — pregunta Jennie, esta vez no tan contenta.

Hace una semana, su padre había decidido mandar a ella y a su hermano menor a Nueva Zelanda, junto con la tía Kim quien gestionaba una academia de danza en Auckland.

El hombre por supuesto no quería mantener a sus hijos lejos, pero lo vio como una oportunidad para ellos.

— Te vas a divertir mucho, lo prometo.

— ¿Puedes venir conmigo? — pregunta nuevamente esperanzada con que la respuesta sea un: Sí. Pero recibió una negación por su parte.

— Hay muchas cosas de las cuales tengo que encargarme, pero prometo que, cuando regreses, te cumpliré todos tus deseos.

— ¿Todos? — sus pequeños ojos brillaron con inocencia.

— Todos — afirma tocando la punta de su nariz, haciéndola reír.

Lo cierto es que ninguno de los dos sabía, que el día posterior a ese, sería el último día en en el cual ambos se verían.

•••

— Realmente pensé... — guardo silencio sus manos toman las mías, el calor de su tacto me transmite calma y su mirada que pensé que jamás volvería a ver otra vez, me gritaban protección, añoranza y el amor que solo un padre puede darle a sus hijos.

Ambos nos encontramos en su habitación, después de volver a verlo entre en un estado de shock, WooBin ayudo a papá a regresarlo a su habitación y después de recuperarme subí aún temerosa de que todo sea una ilusión. La lágrimas y el sentimiento de alivio, no cabían en mi pecho.

Papá se halla sentando en su silla de ruedas y yo a orillas de su cama.

La habitación había cambiado un poco, no era como la recordaba.

Mucha cosas en esta casa lo habían hecho.

— Ahora todo está bien — su voz que años atrás la escuchaba esfusiva, ahora la hallaba debilitada.

— Me siento una tonta al creer en las palabras de esa mujer, yo... pensé que decía la verdad.

— YooRae sabe, lo que nosotros queremos que sepa.