#1 Amor Prohibido; taennie • |completa| • ✓

》Capítulo 49

— ¿Qué demonios estas diciendo? — no pude evitar ponerme nervioso.

— Lo que escuchaste Taehyung.

— ¿Cómo es posible que ella se haya enterado?--

— ¿Enterado de qué? — preguntó Jennie apareciendo de la nada detrás mío.

¿En que momento bajo?

Un fuerte escalofrío recorrió mi cuerpo y el temor se hizo más fuerte.
Era consciente de todo lo que estaba pasando pero aún así, no quería aceptar alejarme de su lado, no de nuevo.

— ¿Pasa algo? — me miró confundida y yo ahí, sin saber que responderle.

— Jimin, te llamo luego — le dije por último, para luego colgar.

— ¿Era Jimin?

— Sí — guardé el teléfono en el bolsillo de mi pantalón — ¿Nos vamos? — empecé a caminar hacia el auto.

— ¿Qué quería? — seguía mis pasos.

— Cosas de la agencia — mentí y sonreí levemente.

— ¿Todo esta bien? — frunció levemente el ceño.

— ¿Por qué lo dices?

— Te vez pálido — añadió — Por un momento pensé que Yoongi estaba a mi lado y no Taehyung — dijo divertida y no pude evitar reír nerviosamente por lo bajo — ¿Está todo bien? No parecías muy contento.

— Son cosas tuyas — le sonreí y seguido le abrí la puerta del copiloto.

Tenia que hacer algo, eso estaba más que claro.
Y tenía que hacerlo ahora.

[•••]

Tres semanas después.

• Kim Jennie •

— ¿Tienes algo que hacer, el sábado por la noche? — hablé con un ligero toque de emoción a Taehyung. Ambos nos encontrábamos almorzando.

— No... Supongo — responde sin mucho interés, concentrado en su móvil.

— ¿Puedes apartar ese día?

— Veré que puedo hacer — frunzo un poco el entrecejo, desde ayer, había sentido nuevamente esa actitud distante en él y no me gustaba.

— ¿No tienes hambre? No has probado bocado — pregunté al ver su plato lleno.

— Hmjm... — asiente — No mucha.

Genial Kim

Respiré hondo tratando de calmar mis emociones, no quería empezar una discusión por sus respuestas, quizás sea algo pasajero. Tomo mi plato vacío y me levanto para tomar el de él también, quien sigue sin prestar atención a su alrededor, una vez todo el servicio entre mis manos, me dirijo a la cocina para lavarlos. Desde mi lugar aún podía observar el comedor, verlo teclear tan concentrado, me empezó a dar mala espina, y solo quería pensar que estaba siendo una dramática y que eso causaba aumentar mi nerviosismo.

Sacudo mi cabeza a los lados, borra do las novelas que ya le estaba creando.

Nosotros estamos mejor, lo que sucede ahora no es algo por lo cual deba preocuparme.

Empezaba a mentalizarme, llevando a un lado muy refundido los pensamientos absurdos, pero solo quería esconder algo grande en una cajita pequeña. Recordar que fue así la primera vez que empezó a alejarse, me colocaba intranquila.