》Capítulo 21

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Kim Jennie

Mis sentido empezaron a despertar, poco a poco fui abriendo mis ojos, ya que sentía mis párpados pesados. Un fuerte dolor se implantó en mi cabeza, haciéndome soltar un quejido de dolor, quería llevarte mi mano hacia esa zona, pero fue inútil al encontrarme amarrada a una silla.

— ¿Qué demonios? — digo muy por lo bajo.

Mi mente empieza a hacerme un recorrido de acerca de todo lo que había sucedido antes de quedar inconsciente, inmediatamente el miedo se apoderó de mí, por más que intente guardar la calma. Mis manos comenzaron a moverse, quería soltarme de esas sogas, pero la presión le hacía daño a mis muñecas.

— ¡Mamá! — grito desde donde estaba, empezando a inspeccionar el lugar.

Habían unas cuantas cajas, sillas y mesa vieja en un rincón, sobre mi solo se halla un pequeño foco que da claridad al lugar, por su aspecto, infiero quee estoy en una especie de almacén. Las paredes se encuentran en mal estado, todo lo está. Al frente mío se ubica una puerta.

La única salida.

Observo mi ropa, mi polera blanca tiene pequeñas manchas de sangre en la parte de mi hombro derecho, mi pantalón está enterrado y algo desgastado como si me hubieran estado arrastrando.

Quiero recordar más, pero el dolor vuelve a aparecer en mi cabeza. Vuelvo a llamar a mi madre a gritos, pero no hay respuesta alguna, el eco resuena en este cuarto de cuatro paredes, haciendome sentir escalofríos.

— ¡Mamá! — grito con más fuerza, recordando lo asustada que se encontraba cuando pasó todo esto en casa — ¡Alguien que me ayude! — mi pecho empieza a doler y de mis ojos comienzan a brotar lágrimas, realmente estoy asustada — Por favor... — digo por lo bajo, el miedo en mi garganta me impide hablar — Por favor.... ayúdenme... ¡Ayuda!

Grito por última vez, antes de escuchar la puerta abrirse, llevo la mirada al frente, viendo como un hombre ingresa.
Su aspecto me es desagradable, lleva el rostro descubierto, en su mano hay un cigarrillo, junto con las llaves, las cuales mete al bolsillo de su pantalón, para después prender el cigarro con un encendedor y colocarlo en su boca.

— ¿Quién... Quién eres? — me atrevo a preguntar — ¿Dónde estoy? ¿Dónde está mi madre?

Él empieza a caminar hacia el rumo de sillas viejas, tomando una para luego arrastrarla y colocarla al frente mío. Él toma asiento.

Viste una camisa a cuadros roja y unos, jean viejos, por su aspecto le calculó que esta en sus cuarenta.

Aleja el cigarrillo de su boca, soltando el humo acumulado, el maldito olor me hace dar asco.

— ¿Por qué me tiene aquí? — sigo con mis preguntas, trato de no sonar asustada, pero sé que mi expresión me delata al igual que las lágrimas que se deslizan por mis mejillas — ¿Qué... qué quiere de... mí?

Su mirada está puesta en mí y va de arriba a bajo, siento escalofríos por la morbosidad en la que me mira.

— Mucho, pero no puedo hacer nada — vuelve a botar el humo que llega a mi rostro haciéndome toser, sonríe complacido — Por ahora.

— ¿Por qué... por qué me tienes aquí? ¡¿Dónde está mi madre?!

— ¡Cállate! — grita haciéndome sobresaltar del susto.

— Por favor, no... me haga daño.

Se levanta de su puesto, acercándose hacia mí, bajo la cabeza obligándole a no verlo, mis lágrimas siguen saliendo.

#1 Amor Prohibido; taennie • |completa| • ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora