| Especial |

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—Shh, ve con cuidado —susurra Tai mientras camina sigilosamente por el living.

— ¡No me calles! —exclama Emma en un tono bajo—. Estoy yendo con cuidado.

Tai suelta un resoplido burlándose de ella.

—Solo cállate y no hagas ruido porque nos van a descubrir —sigue caminando intentando llegar a la puerta sin hacer el menor ruido posible.

—Te odio, no entiendo porque sigo saliendo contigo —susurra Emma.

—Yo te digo por qué, porque te gusta de Euijin, por eso —se ríe suavemente Tai y lo siguiente que siente es un golpe por parte de Emma—. ¡Ay, imbécil! —se acaricia el lugar donde Emma lo había golpeado.

—No me digas imbécil, tarado.

—Y tú no me golpees, imbécil —le devuelve el golpe.

— ¿Otra vez se están escapando? —los sobresalta la voz de Malai.

Tanto Tai como Emma se dan la vuelta para mirarla detrás de ellos que viene caminando desde entre las sombras, completamente silenciosa.

—Noona, no vuelvas a asustarnos más así, por favor —dice Tai con la mano en el corazón que le latía muy acelerado—. ¡Siempre haces lo mismo!

Malai pone los ojos en blanco a pesar de que no la puedan ver

— ¿Entonces no deberían estar acostumbrados si siempre hago lo mismo? —dice con un tono de voz aburrido.

Ninguno responde.

— ¿A dónde van? —pregunta.

—A una fiesta en la casa de un amigo de Tai, ¿quieres venir? —dice Emma, sabiendo que Malai se negaría como cada vez que le dicen para salir.

—Claro —contesta esa vez, sorprendido a Tai y a Emma al mismo tiempo.

— ¿Estas segura? —dice Tai, bastante sorprendido—. Hay mucha gente, alcohol, música muy fuerte y todas cosas que no te gustan demasiado.

—Sí, quiero ir —ella asiente acercándose un poco más—. Tus amigos ya están afuera —corre un poco una de las cortinas para ver hacia afuera—. Andando —camina hacia la puerta y toma las llaves y comienza a abrir.

— ¡Espera, Malai, no! —exclama Tai, pero en ese momento un fuerte sonido empieza a sonar por toda la casa, sobresaltando a los tres adolescentes.

— ¡Es la alarma, tonta! —chilla Emma.

Malai no dice nada, se encuentra de piedra, no había recordado la alarma en absoluto. La maldita cosa no para de sonar haciendo que en pocos segundos las luces de las habitaciones de arriba se enciendan.

—Amor, agarra el palo de hockey —exclama un hombre.

— ¡Pero es el regalo de navidad de Emma! —contesta una mujer.

—No importa, alguien entró a la casa —se escucha como corren por el piso de arriba.

— ¿Me van a regalar un palo de hockey para navidad? —los ojos brillantes de Emma se hacen presentes.

—Cállate, tonta, corre —abre la puerta Tai y en ese momento aparece su padre en el inicio de la escalera con el palo de hockey en sus manos—. ¡Vamos!

— ¡¿Que hacen ustedes ahí?! —exclama su padre bajando las escaleras apresurado—. ¡¿A dónde van?! ¡Vuelvan aquí!

— ¡Vamos que ahí viene! —grita Emma y los tres salen corriendo fuera de la casa con su padre detrás.

Efímero | Lucas NCT | WayV | Wong Yukhei | EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora