Viajes de Amor

Prólogo

1905...

En un fría noche de finales de 1905, mientras la nieve cubría de blanco todo lo que tocaba, dando paso a uno de los paisajes más hermosos, Alderaan era considerado un lugar muy bello y de un verde que ningún otro lugar poseía, que ni en invierno deja de sorprender por lo hermoso del lugar, en una gran mansión, perteneciente a la familia Solo-Organa, una de las más respetadas y amadas por los pueblerinos, a las tres con quince de la madrugada, cuando se supone todos deberían estar dormidos ya, se encontraba un niño de cinco años de edad caminando entre los pasillos, el nombre de ese pequeño era Ben Solo, caminaba con mucho sigilo, para no despertar a nadie, caminó hasta detenerse frente a una puerta, con mucho cuidado la abrió, miró la cama que está frente a él, y a la persona que dormía en ella, quién era un niño seis años mayor que él y que para ser exactos, era su hermano, se acercó y con toda su fuerza comenzó a moverlo

-Poe-dijo con un tono de voz muy bajo- Poe, despierta por favor- dijo de nuevo, con el tono de voz bajo, sin dejar de mover a su hermano.

El niño comenzó a abrir un poco los ojos y con una voz muy somnolienta, le dijo:

-Ben, qué haces afuera de la cama, si mamá te ve, se molestara, sabes que no le gusta que deambules, por la casa tan noche- le dijo- desde que papá se fue a la guerra, ella hace mucho trabajo, por favor se considerado- le regaño un poco.

-Ya sé- respondió el pequeño- pero hoy las estrellas son más bellas que nunca, por favor, Poe ven a verlas- le pido poniendo una cara de esperanza porque su hermano aceptará- prometo ir a dormir, después de que vayamos.

Poe miró a su hermano, su pequeño hermano era un niño, que a pesar de su corta edad era todo un aventurero, le gustaba estar de aquí para allá y leer muchos libros de aventuras, y siempre solía decir que sería un explorador un viajero cuando fuera grande, su padre le había pedido al ser el mayor, que cuidarse mucho de su hermano y de su madre. Qué cuando la guerra terminará, el volvería y sería la familia de antes, habían pasado ya 3 años de eso, su padre se fue antes de que Ben cumpliera años.

Miró a su hermanito quien lo seguía mirando con cara de súplica, con un suspiro salió de cama.

-Esta bien, pero vamos y volvemos- le dedicó una gran sonrisa, le tomó de la mano y salieron del cuarto, rumbo al jardín.

Con una risa muy inocente el pequeño le dijo:

-Sabía que aceptarías- y apretó la mano de su hermano.

En el jardín, platicaron un poco, de lo que ambos querían ser de grandes, Ben firme como siempre, le dijo a su hermano que él sería un aventurero y que conocería muchos lugares hermosos, Poe por su parte habló de que él se haría cargo de la familia y de los negocios de comercio que manejaban, eran hermanos muy cercanos, siempre juntos en travesuras, y en la vida.

-Debemos volver a dormir, Ben- el pequeño solo asintió, entraron de nuevo a la casa.

-Me acaba de dar sed- dijo Ben- ¿Podemos ir a la cocina antes?- su hermano solo afirmó y se dirigieron a la cocina por un poco de agua.

Una vez ahí, después de que Ben tomara agua, escucharon la puerta principal de la casa ser abierta.

-¿Será mamá?- preguntó Ben

-No, mamá, está dormida, ya es tarde- dijo Poe y con cuidado se fue acercando a la entrada de la cocina para ver si podría oír algo más- Vamos al cuarto, Ben, seguro es alguien del servicio- ambos salieron de la cocina y caminaron un poco, para poder llegar a la escalera, que subía a sus habitaciones, la cual estaba ubicada en la sala.