Viajes de Amor

Ben

1927...

Llegar a Tatooine les tomó menos tiempo de lo esperado, Ben con la ayuda de Finn llegaron al hotel donde él siempre se hospedaba, realmente estaba desesperado y ansioso por volver a ver a Rey, pero tendría que esperar al amanecer.

Finn por su parte de la pasaba quejándose del calor del lugar y que si tenía mucha arena entre otras cosas, pero cosas que no impidieron ayudar a Ben, ahora su mejor amigo; saber qué pasó esa noche donde su vida cambió.

Ben no pudo dormir, el saberse cerca de Rey y que no pudiera tenerla, porqué era de noche y además seguramente ella también le daba por muerto igual que a su familia. Y eso le dolía más que nada, logrando dormir apenas al amanecer.

Al día siguiente por el viaje, ambos despertaron poco antes del medio día, Ben no podía presentarse en la casa de Rey así como si nada, sabía que sería un impacto grande para ella, así que optó por escribirle.

-entonces la tienda es fácil de ubicar- dijo Finn más para sí mismo que para Ben.

-si, ella es Rey, la reconocerlas fácilmente, pues es la única mujer en la tienda, no sabes cuánto te agradezco esto Finn-  le dió un abrazo afectuoso y lo dejó partir.

Encontrar el lugar no le fue fácil, pues la tienda había cambiado en estos pocos más de dos años, pero dió con ella gracias a que alguien dijo “Rey volvió a Tatooine” era una pareja Joven, un hombre alto y pelirrojo de ojos verdes y una chica bajita, morena de rasgos asiáticos, quién en efecto era Rose y Hux.

Fue cuando notó la tienda a unas calles de ellos, que era más grande de lo que había dicho Ben, entró buscando, pero los empleados eran en su mayoría hombres que cargaban cajas grandes y acomodan estantes, y las mujeres cobrando.

Estuvo mirando el lugar, cuando en su vista apareció una mujer que era muy hermosa, con una sonrisa tan linda, de inmediato pensó que era Rey, se acercó a ella lentamente y le entregó la carta, y salió lo más rápido que pudieron del lugar.

Ben llegó muy nervioso a la espera de su esposa, en aquel lugar que se había vuelto tan simbólico para ellos, vestía una ropa negra en su totalidad, que combinaba con su cabello y resaltaba su cicatriz en la cara, sumido en sus pensamientos, cuando la dulce voz de su amor inundó sus oídos.

-Ben…?-  la voz de Rey sonó dudosa.

Él volteo y miro en sus ojos la duda y el asombro. Se veía más hermosa que antes, no sabía qué decir o qué hacer, pues como le dices al amor de tu vida, que te creía por muerto “estoy vivo”

-Rey…- sólo pudo decir su nombre.

Se miraron a los ojos mutuamente, era como si el tiempo se hubiera detenido, la miradas dicen todo lo que el alma siente y eso era más que verdad, se tocaban con la mirada, caricias del alma, sin pensarlo más, se abrazaron de inmediato sintiendo una conexión profunda, algo que los unía más allá de carne y hueso, algo tan íntimo.

-estás vivo, estás vivo- repetía una y otra vez, Rey,mientras se aferraba a él y su voz se iba quebrando.

-no llores por favor, no llores, lo lamento tanto- le dijo, tratando de sonar fuerte pero las lágrimas caigan de sus ojos y su voz se escuchaba débil.

-¿Por qué me hiciste esto?- pregunto Rey aferrada a Ben, pues sentir su calor y su aroma, estar rodeada de sus brazos le hacía sentir amada y protegida.