Hoy era la maldita fiesta de disfraces, me levanté de la cama y al instante aparecía Leigh con una taza de café.
-Creo que la necesitarás
-Siempre tan compasiva, Leigh ¿Tienes el traje?
-Buenos días para ti también- La morena rio- Te lo traerán antes de la fiesta, no te preocupes
-Tengo un mal presentimiento de esa fiesta, Lee- Admití en voz baja- Si por mi fuera no iría
-Te conviene mantener perfil bajo, Pez, no te pongas con bobadas en este instante ¿Te parece?
-Leigh, estoy enamorada de Jade- Admití en un susurro
Vi entonces el destello de orgullo en mi amiga, al igual que el de sorpresa. Me había costado aceptarlo y la morena lo sabía, no sabía cómo ni cuándo había pasado, no podía ni si quiera describir aquella sensación que me transmitía Jade, era tan confuso, pero sabía que solo provenía de algo
-Ya entiendo de donde vienen esos presentimientos
-Camila- La interrumpí- Estos presentimientos no vienen de la nada, te lo aseguro
-Entiendo, pero creo que deberías calmarte, tu padre no sabe dónde estás
-Mi padre no es ningún idiota, sabe cómo manipularme a pesar de que sabe también cómo lo haría yo- Acaricié mi cabello, aquella sensación de incertidumbre no desaparecía
-Tomate tu café y relájate un poco, por favor- Me sonrió y yo suspiré, entonces besó mi frente y a la vez quitó su rastro- Estarán bien, y ya ve a bañarte o llegarás tarde
-Te quiero, Lee- Murmuré
-Yo a ti, y ya deja la cursilería- Iba a salir por la puerta, pero se detuvo- Y hablaremos de Jade cuando regreses del baile
Gruñí por lo bajo, cuando salió me quité la ropa y entre a ducharme, el agua estaba fría y eso me dio un poco de tiempo para pensar. ¿Cómo podría estar yo enamorada de Jade? Es tan insoportable, pero por otro lado estaba ese aspecto de ángel, su personalidad tan graciosa.
-Y es tu estudiante- Susurré recordándome- Maldita sea
Salí de la ducha y me miré al espejo, me conecté con mis ojos azules y de la nada salieron unas lágrimas que se confundían con gotas de agua ¿Estaba llorando? Las toqué incrédulas ¿Estaba llorando por Jade? Carecía de sentido.
Entonces otra lagrima salió
-Controlante, Edwards- Susurré
Entonces ahí me di cuenta
Tenía miedo
Temía por ella
No podía permitir que pasara algo semejante a lo de Camila, ni si quiera me había recompuesto por completo. Sentí entonces el suave toque de su piel en mi hombro, como besaba con cuidado las gotas de agua.
Estaba loca.
Me eché agua nuevamente en la cara saliendo del trance
-Te maldigo, Jade Thirlwall.