Jade asistía a su clase normalmente, estaba aburrida de las matemáticas obligatorias. Hoy no había visto a Perrie en el salón que tocaba, la fue a visitar y se encontró con un montón de estudiantes esperando por ella. Lo raro es que la rubia era una de las personas más puntuales que había conocido.
Mientras escribía un de las tantas formulas, su teléfono empezó a sonar, se avergonzó en medio de la clase y salió del salón corriendo. Observó el destinatario, era desconocido.
-¿Hola?- Preguntó con extrañeza
-¿Ja-Jade?- Preguntó una voz que parecía conocida, pero no recordaba
-¿Quién es?
-Soy Ellie... Edwards- Percibió aquella fragilidad en su voz, había algo mal.
-Hey ¿Cómo estás?
-Yo estoy bien, pero Perrie no, Jade, estoy en un avión yendo a la ciudad, me llamó la policía.
Entonces un escalofrío corrió por su cuerpo, se imaginó lo peor.
-¿Dónde está?- Preguntó en un hilo de voz, Ellie se quedó callada por un momento, Jade se alteró-¡Dime donde está!
Cuando supo la dirección, corrió al salón por su bolso y fue al parqueadero, se encontró a Jesy pero prácticamente la ignoró.
-¡Jade ¿qué pasa?!- Le gritó corriendo tras ella
Pero la morena la volvió a ignorar, en sus ojos había lágrimas, nublaron su camino, incluso tropezó, pero siguió corriendo hasta su auto. Jesy notó aquello y la persiguió.
-¡No sé lo que pasó, pero no te irás sola, Thirlwall!- Ariana entonces vio lo que pasaba, y también se juntó.
Las mujeres sin preguntarle se montaron al auto, se asustaron al ver el estado de su amiga, estaba llorando.
-Es Perrie- Susurró mientras encendía el auto- Está en el hospital, recibió un disparo.
-¡¿Qué?!- Dijeron ambas alteradas
-Por favor no me pregunten nada, porque Ellie no me contó más que eso- Sollozó mientras empezaba a manejar, Jesy la detuvo.
-No manejarás así, lo haré yo- Advirtió, y a la fuerza apartó a Jade.
Ahora en el copiloto Jade estaba viendo la ventana mientras tenía un ataque de ansiedad muy intenso, sentía frío y el día se puso gris, el cielo empezó a dejar caer unas débiles lágrimas, al igual que la menor.
-Perrie estará bien- Dijo Ariana mientras le tomaba la mano a la chica de ojos cafés, que ahora estaban rojizos.
Jade estaba en un shock muy fuerte, sentía incluso que se le había olvidado respirar. Su corazón no se calmaba, no daba tregua, seguía rápidamente latiendo. Entonces a su mente se vino nuevamente la imagen de aquel ángel durmiente, tan pacifico, la manera tan amorosa en la que la miraba. Jade no soportaría vivir sin ello, no ahora que lo tenía.
Llegaron al hospital luego de haber sentido el camino eterno. Jade no sentía nada, se sentía vacía. Jesy lo notó
-Jade, Perrie no está muerta, cariño, estará bien- Casi obligada salió del auto. Corrió hasta la sala de espera con ojos nublosos. Sin reportarse corrió habitación tras habitación, hasta que sintió como una mano la tomaba por la muñeca.
-Jade- Murmuró la chica
-Ellie...- Susurró la morena.
Entonces sintió el sonido de una camilla y fue tras ella, vio un destello de ese cabello rubio y corrió tras él.