El adiós mas falso que jamás dije

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Recuerdo un día en específico a la perfección, no tenía nada de especial e incluso podría decir que fue un día norma, pero no todos necesitan ser gloriosos para recordarlos. Algunos guardan su belleza en la simplicidad de su naturaleza.

Es martes por la mañana y te contemplo mientras duermes, mi corazón late con fuerza y se me eriza la piel con tal solo observarte. El reloj indica las 5: 00 am, los rayos del sol apenas son palpables y unos cuantos se cuelan por la ventana de mi habitación resaltando tu cabello rizado color caoba, tus pestañas largas y curvadas eran la envidia de muchas chicas incluyéndome, tu rostro relajado libre de cualquier preocupación y el pequeño tic de tu mano que siempre estaba presente. Toda tu existencia está muy bien estudiada en mi cabeza, eres lo más hermoso que he observado alguna vez y me enorgullece decir que me perteneces tanto como yo a ti.

Despiertas cuando una ráfaga de viento te hace estremecer ante tu cuerpo desnudo, no me preocupaba que mi pillarás observándote porque es algo que amo hacer cada que estamos juntos.

No estaba consciente de que tan enamorada estaba de ti, para cuando lo note ya te pertenecía en alma y cuerpo, todas mi piezas te las había entregado una por una sin darme cuenta y ser consciente de mis acciones.

De todo el día lo más especial y lo único que me interesaba recordar era mi descubrimiento matutino, estaba completamente segura de que el día que despertará y no estuvieras a mi lado algo no sería igual, mi vida cambiaría completamente y efecto lo hizo.

Nuevamente es martes por la media noche en que pienso cuáles serán las últimas palabras con las que te despediré delante de miles de desconocidos que aparentan sentir tu muerte y desean presentar sus respetos hacía la familia. No creo en los funerales por el simple hecho que no son para honrar al muerto, es para la familia, para así no sentirse tan mal sobre todas la cosas deplorables que hicieron. ¿Por qué vamos que se le puede decir a un muerto que ha terminado así por sus propias acciones?

No estoy segura de querer compartir frente a miles de desconocidos todo lo que siento en este preciso momento y la forma en la que me gustaría despedirme de ti. Todo lo que seguramente diré no complementa nada, pero ellos no tienen por qué saber que todo lo que estoy por decir no es cierto. Ninguno de ellos podría comprender la situación y los sentimientos encontrados, porque ellos no te conocían como yo lo hacía y mucho menos amarte y entregarse a ti como yo lo decidí hacer.

Otro día que puedo recordar a la perfección es en el que decimos anular nuestro compromiso, fue un día totalmente desastroso por no mencionar uno de los peores hasta el momento. Nuestros padres esperaban que en ese desayuno anunciáramos la fecha oficial de la boda, la molestia no tardo en aparecer al escuchar la gran noticia. Teníamos días pensando en que forma darles la noticia, porque no sería nada fácil hacerlo y ninguno de los dos estaba listo para poder desafiar una orden, un compromiso como ese no era tan fácil de romper y sin duda alguna nuestros padres no estarían de acuerdo en romperlo. Nos casarían así fuera lo último que hicieran en sus vidas.

Lo más prudente era decirlo al finalizar la comida, al menos tendrían algo en el estómago. Decidí iniciar con un discurso bobo y pausado de lo mucho que nos apreciábamos el uno al otro, lo felices que estábamos de tenernos en nuestras vidas y apoyarnos en nuestros proyectos, planes y metas. Me quede callada un momento tratando de pensar como decirlo, pero no venía nada a mi mente, algo verdaderamente útil que no los hiciera enojar tanto. James intervino ante mi silencio que oficialmente rompíamos el compromiso, no habría boda para unir a la familia Mitchell y Blower. Siempre mencionamos el amor que nos teníamos el uno con el otro, pero que era suficiente para casarnos.

Creo que hablo por los dos al decir que no queríamos decepcionarlos, pero estaba más que claro que nuestro matrimonio no estaría basado en lo más importante que es el amor. Sus objeciones estuvieron basadas en sus mismos ejemplos, ninguno se había casado por amor, pero con el tiempo aprendías a convivir con tu pareja. Yo sin duda no quería eso para mi vida, expuse la situación a la que más le temían, el divorcio. Dentro de nuestra comunidad un divorcio no era para nada bien visto, seríamos un fracasados que no pudieron mantener un matrimonio estable y nuestras familias serían señaladas constantemente por nuestra decisión. El silencio fue un incómodo, estaba totalmente segura de que aun así nos harían seguir con la boda sin importar nada, pero mi sorpresa fue grande cuando aceptaron no pasar por esa vergüenza pública.

¿Qué pensaste que sería de mí? +18 COMPLETA {Cazadores 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora