¡Déjame tranquilo! ||Harry Potter Y Tu

CAPÍTULO DOS

Cuando despertó, se vio en un lugar extraño, rodeada de gente. Todos parecían estar tristes, de seguro por la muerte de ese hombre por la que tanto se había lamentado Harry.

Una señora robusta y de expresión maternal se dio cuenta de que estaba despierta.

—¿Cómo te encuentras? ¿Qué tal te sientes?— preguntó.

—Ehhhh... mucho mejor que antes. ¿Dónde estoy?

—En mi casa. Deja que me presente, soy Molly Weasley. Ese mi marido, Arthur—dijo señalándolo—, mis hijos Fred, George, Ron y Ginny. Ella es Hermione, y aquel chico de gafas es Harry Potter.

Cuando mencionó aquel nombre, se le erizó la piel. ¡El fue quien la salvó,  estaba segura!

Aún así, decidió preguntar que pasó.

Hermione se acercó para contar la historia.

—Verás, Harry vio que Bellatrix te iba lanzar un hechizo, así que te corrió,  te cargó y te trajo con nosotros. Y menos mal, porque era el Avada kedavra.

_____ miró a su salvador con los ojos brillantes. ¡El había actuado tan heroicamente! ¡Con tanta valentía!

Pero se veía decaído.

—¿Qué le pasa?— preguntó _____ volviendo su cabello celeste.

—Acaba de morir su padrino— respondió Hermione con pena.

—Pues debía de quererlo mucho.

—Así es.

_____ no despegaba la vista del ojiverde, cosa que no paso desapercibida para nadie, excepto para Harry, que estaba sumido en la tristeza.

—¿Cómo te llamas?— preguntó Ron.

—_____ Castle, hija de un muggle y de Catherine Black.

Ginny y Hermione abrieron mucho los ojos.

—¡Entonces Sirius es tu tío!

—Supongo que te refieres a Sirius Black, el asesino que fue a Azkaban. Y sí, es mi tío.

—El no es un asesino— dijo Hermione—. Lo inculparon.

–Ahh, lo siento— respondió—. No estoy enterada de mucho, llevo demasiado tiempo capturada por los mortífagos.

Entonces pareció reaccionar.

—¡Mi prima! ¡Tengo que avisarle a mi prima que estoy bien! Debe estar muy preocupada. ¡Pobre Dora!

—¿Tu prima es Nympadora?— se extrañó Ron—. Ella te vio aquí, pero no nos dijo nada. Creo que fue donde su madre a darle un recado.

—De seguro fue para avisarle que estoy bien. Dora ha cuidado de mi desde que tengo memoria, y yo la quiero mucho. Por cierto, ¿podrían contarme sobre mi tío? No puedo creer que yo fuera la ultima en saber qué era inocente.