CAPÍTULO VEINTIDOS

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Dedicado a CatYumiku

Cuando Harry entró en la enfermería sólo vio una cortina blanca alrededor de una cama.

—No puedes estar aquí— le dijo la señorita Pomfrey.

—Lo sé, es que... Hay un chico que se partió la espalda en el campo de quidich.

La enfermera lo miró con desconfianza, pero asintió y salió, no sin antes indicarle que se fuera.

En cuanto ella se hubo alejado, metió la cabeza por debajo de la cortina.

Lo que vio no tenía sentido, pero al mismo tiempo sentía que ese era el final de su búsqueda.

Estaba Nymphadora Tonks con un bulto en sus brazos. No, no era un bulto, era una niña.

Una niña de piel blanca como el papel, cabello negro azabache y contextura tan escuálida que daba miedo.

Se quedó allí, observando en silencio por algunos minutos.

De un momento a otro, la niña comenzó a cambiar.

Su piel y cabello se volvieron del color del fuego, mientras su cuerpo crecía hasta alcanzar unos dos metros, más o menos.

Entonces lo supo: esa era _____.

¡Déjame tranquilo! ||Harry Potter Y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora