¡Déjame tranquilo! ||Harry Potter Y Tu

CAPÍTULO CUARENTA Y TRES

Dedicado a TedyJason

El dichoso guardapelo era custodiado (y presumido) por una de las personas que más desprecio le producían a Harry: Dolores Umbridge.

En cuanto a ____, ella no había tenido la desgracia de conocerla en persona, pues durante su tiranía en Howarts ella había estado secuestrada por los Mortifagos.

Y la verdad, es que le hubiera encantado estar allí para cortarle la cabeza a ese monstruo.

¿Hacerse amiga de una criatura mágica potencialmente peligrosa?
Sin problemas, ella no era prejuiciosa.

¿Pasar frente a Umbridge y no detenerse a golpearla?
Eso sonaba más difícil.

No entendía como una persona podría haber tratado tan mal a sus estudiantes. Más aún a Harry: él era sencillamente perfecto. ¿Cómo es que alguien podía odiarlo?

Sin embargo tenía que procurar que su sed de venganza no interfiriera con la misión.

Todos tomaron de la poción multijugos. No habían encontrado a dos mujeres lo suficientemente solas como para no dar la alarma, así que ____ tendría que ser un hombre. No le molestaba, es más, esperaba que eso le proporcionara algo de fuerza bruta.

«No estás aquí para patearla, no estás aquí para patearla».

Hubo un incomodo viaje en ascensor con Harry y Ron (y, claro, el señor Wasley).

Luego observó entre risas como Ron entraba en pánico por su esposa.

-Ron... Tu no tienes esposa.

Fue un viaje largo y agotador, pero finalmente llegaron al juicio donde estaba Dolores Umbridge (lamentablemente no era ella la acusada).

Tenían un excelente plan, pero a ____ se le fue la olla en cuanto la vio.

Se le tiró encima y empezó a golpearla al más puro estilo muggle.

Viendo que ya estaba todo arruinado, Harry y Ron intentaron distraer a los guardias y proteger a la gente de los dementores.

_____ le arrebató el guardapelo con fuerza bruta y la golpeó una vez más en la nariz.

No hacía falta un plan complicado y remplazar el dichoso guardapelo: habían obtenido el horrocrux y esa bruja tendría que estar en San Mungo por un tiempo.

Salieron de allí corriendo y tomados de la mano reaparecieron en el bosque de Deán.