¡Déjame tranquilo! ||Harry Potter Y Tu

CAPÍTULO CUARENTA Y SIETE

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Vale, lo acepto, lo del ataud fue cruel.

Apenas habían pasado diez minutos cuando oyeron dos voces inconfundibles.

Hermione hizo un artilugio mágico para dejarlos entrar en la burbuja.

—Hola...—murmuró el pelirrojo.

____ miró a Hermione. Si la castaña fuera metamorfoga, ahora estaría de color fuego.

Lo apuntó a la cara con su varita, sus ojos relampagueando rabia.

—Nos abandonas así nada más, diciendo cosas horribles, desapareces y no das señales de vida, ¿y cuando regresas solo dices «hola»?

El chico parecía sumamente avergonzado, pero Harry intentó calmar a Hermione.

—Él acaba de salvar mi vida...

____ se palmeó la frente.

—Harry, tendría que ser un monstruo para dejarte morir. No creo que ningún mago decente que te viera en peligro se quedaría de brazos cruzados—dijo ____.

No es que ella estuviera enojada con Ron. La lastimada no había sido ella.

Pero Hermione era quien más había sufrido con la partida del chico. Sentía la imperiosa necesidad de darle apoyo.

Entonces miró a Harry detenidamente.

—¡Por Newt, Harry, estas empapado! ¡Es de noche! ¿Quieres que te dé una pulmonía?

Hermione reparó también en esto, debatiendo se internamente entre su rabia y su preocupación.

—Herms, querida, resuelvan sus problemas después. Yo sé que conoces el hechizo del aire caliente. Nadie más aquí sabe hacerlo.

La castaña hizo un movimiento con la varita y luego volvió su mirada hacia Ron.

_____ decidió dejarlos resolver sus problemas solos. Ella tenía que hablar con Harry.

Lo tomó de la manga y lo arrastró hasta la tienda.

Frunció el sueño tanto como pudo y se cruzó de brazos.

—Ahora... ¿Quisieras explicarme porque saliste solo en mitad de la noche? ¡Nos asustaste!! Estuvimos horas esperándote! ¡Ni siquiera nos avisaste a donde ibas!

El mantuvo la mirada fija en ella durante unos segundos, y luego solto una risa, como si hubiera estado conteniéndola.

Ella arrugó los ojos y pateó el suelo.

—¿Qué es tan gracioso?

El rio más fuerte.

—Tu. Sé que intentas dar miedo, pero eres adorable cuando te enojas.