Hipo al final de cuentas escapó de Berk, 10 años después la vida de Astrid termina en manos de un Maestro Dragón. ¿Podrá un amor sobrevivir a 10 años de distancia?
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POV NARRADOR
Astrid se levantó de la cama, tomo el hermoso collar y se encaminó a la armería
Hipo estaba sentado recargado en Chimuelo mientras leía un poco. Hasta que escucho que alguien tocó la puerta , enseguida Chimuelo que estaba durmiendo levanto las orejas y movió la cabeza extrañado
-Axe?- se escucho la voz favorita del jinete lo que hizo que se pusiera enseguida su prótesis y de pie
-A..Astrid ...- dijo agitado mientras abría la puerta -Astrid¡ ¿Todo bien?- le pregunto nervioso
-todo está perfecto – le dijo sonriendo al notar su nerviosismo -¿puedo pasar? – le dijo mirando hacia adentro
-por supuesto... claro.. si si... adelante – le respondió Hipo poniéndose a un lado para que pase y rascándose el cuello al notar lo nervioso que estaba, Astrid entro y se sentó en una pequeña silla y suspiro
-¿segura que está todo bien? – le dijo Hipo cruzándose se brazos mientras se recargaba en la mesa quedando de frente a Astrid.
-recuerdas que camino a casa esta mañana me contaste un poco de...bueno ya sabes ... tus relaciones mercantiles- dijo Astrid algo apenada
-Claro... ¿necesitas hacerte de algo?-pregunto curioso el chico
-En realidad...- abrió su mano exponiendo el hermoso collar –necesito deshacerme de algo- le dijo estirándole la mano ofreciéndole el collar
Hipo lo tomo y comenzó a analizarlo, era un hermoso circulo, tallado finamente y con un enorme zafiro en el centro, por su peso y brillo se dio cuenta que no se trataba de una clase de acero o hierro... de hecho, nisiquera era plata, era oro blanco, el metal más difícil de conseguir en el archipiélago...
-Fue un regalo de mi madre...- hablo Astrid con tranquilidad, mientras Hipo dejaba de ver el collar para mirarla a ella –Ella... no era originaria de Berk, sino de una isla al norte.. Muy al norte... a un mes de distancia en barco desde Berk... era la hija del Rey, cuando llegaron a las costas de los mercados del norte buscando nuevas rutas comerciales, se encontró con un grupo de Berkianos, entre ellos... mi padre... mamá me decía que en cuanto sus ojos se cruzaron supo que no podría vivir sin el- dijo con una sonrisa melancólica
-Eso es lindo- dijo Hipo tratando de disipar sus pensamientos... para el ese asunto era un hecho, una vez que te encuentras y miras a los ojos al amor de tu vida... no puedes vivir sin ellos, y para él, los ojos celestes que tenía al frente representaban eso.
-Supongo- dijo Astrid –Ella renuncio a su pueblo, lo que causo la repudiaran, se casó a escondidas y fue a vivir a Berk con mi padre... la madre de mi madre amaba a su hija y sin importar nada se aseguraría de que estuviera bien, así que como regalo le dio un cofre de joyas y uno de monedas de oro...- suspiro riendo –ese cofre... iguala casi la cantidad de oro que Berk tiene-
