Hipo al final de cuentas escapó de Berk, 10 años después la vida de Astrid termina en manos de un Maestro Dragón. ¿Podrá un amor sobrevivir a 10 años de distancia?
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POV NARRADOR
A media noche si cualquier jinete errante o dragón solitario volaba por esa orilla, podría jurar que estaba frente a una pequeña aldea llena de calma y paz, con las antorchas apagadas, algunos dragones en sus establos, otros durmiendo pacíficamente afuera, otros despiertos vigilando la orilla, todo era paz.
Pero si prestaban atención a cada una de las cabañas, la historia era diferente.
El toquido de una puerta despertó al único jinete que al parecer podía tener paz
-¿Astrid?- le contesto el castaño aun tallándose los ojos mientras veía a una angustiada chica en la puerta
-Brutilda habla dormida...- decía con los ojos abiertos y las manos juntas en su pecho–y dice cosas perturbadoras...muy perturbadoras- decía mientras la hacía pasar el ojiverde, el cual se reía ante la situación mientras caminaba con ella y se acomodaban para dormir.
Durante unos minutos Hipo se concentró en acariciar su cabello y permitirse contemplarla dormida, hasta que escucho que su puerta se abrió de golpe
-¿Patán?- le dijo al notar a su primo que traía un par de mantas en su mano junto a una almohada.
-A un lado necesito dormir- le dijo enojado y con ojeras
-¿Estás loco?... esta Astrid aquí- le contesto susurrando
-Aghh la rubia me ganó... bien dormiré en el suelo- se quejó mientras se acomodaba
-¿Pero qué demonios?...- le decía ante tal acción
-Prefiero el suelo que los ronquidos de mi padre... ¿has escuchado roncar a un yak?... bueno son unas princesas frente a él- le contesto mientras le daba unos golpes a su almohada para acomodarla
-Bueno ve a dormir al sofá de abajo...- le ordenaba el jinete
-En uno esta Heather y en el otro está Gallina... ¿has intentado mover de su sitio a Gallina?... no quieres intentarlo- le contesto mientras le enseñaba su brazo herido por ese acto
-Agh...- se quejaba resignado Hipo, mientras cerraba los ojos para tratar de dormir un poco sin soltar a su rubia que dormía acomodada en su pecho, y así pudo ser, hasta que cuando Hipo comenzaba a quedarse dormido una tímida silueta grande abrió la puerta
-¿Patapez?- dijo al abrir los ojos
-Perfecto todos pensaron igual que yo- decía suspirando
-¿Qué pasó?- dijo mientras ponía los ojos en blanco el castaño
-¿Has dormido con Brutacio?... es un mar de baba y ronquidos... y algunas frases muy perturbadoras, no pude soportarlo ¿puedo dormir aquí?- le decía el tímido chico mientras se acercaba a lado de Patán
