Hipo al final de cuentas escapó de Berk, 10 años después la vida de Astrid termina en manos de un Maestro Dragón. ¿Podrá un amor sobrevivir a 10 años de distancia?
NO SE ACEPTAN ADAPTACIONES NI "INSPIRACIONES" NI TRADUCCIONES de ninguno tipo, respe...
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POV NARRADOR
-¿Cómo está?- preguntó Hipo al regresar
-Exactamente igual que como la dejaste... ¿qué ha pasado?- cuestionó Heather quien quedo al cuidado de Astrid en cada momento
-Las tenemos- anunció Hipo mostrando las dos últimas lentes –Baja a la sala, te están esperando todos, en cuanto llegue mi madre a vigilarla los alcanzo- le ordenó el jefe de los jinetes, a lo que la pelinegra asintió y salió.
Hipo se acercó a Astrid y verificando su temperatura y herida comenzó a contarle lo que había pasado.
-Necesito que despiertes M'Lady, llegan las flotas de los clanes y tenemos casi el nido... amor, te necesito...si me permites decirte, Hofferson estas siendo muy irresponsable con el grupo, nos estas dejando a la deriva...- sus palabras con un toque de desesperación fueron interrumpidas por el tocar de una puerta. Valka llego y relevo a Hipo mientras este se reunía con los jinetes.
Todos esperaron a que fuera este quien se encargara de poner las lentes en su lugar, cuando lo hizo, el Furia Nocturna dio la flama necesaria... y ahí estaba... una luz comenzó a pasar por la longitud del cilindro permitiéndose a su vez dibujar un mapa en la luz reflejada sobre la pared. Líneas conocidas y desconocidas marcaban un abstracto mapa y justo en el centro, la imagen del gran dragón, aquel que nunca habían visto, bajo el, en el antiguo idioma de los dioses se encontraba escrito "nido".
-Lo tenemos- sonrió Hipo al verlo.
-Ahora hay que interpretarlo- dijo Patán mientras rascaba su cabeza
-Denme tiempo... y tendremos una ubicación- aseguró Patapez, mientras tomaba carboncillo y papel y comenzaba a recrearlo en este, cada detalle, cada línea y curva, lo registraba entero, mientras todos incluyendo al líder de los jinetes lo observaban con admiración.
Poco a poco la noche se apoderó de la isla y los jinetes se retiraban a descansar, Patapez dejó el trabajo a regañadientes para descansar también, la isla por un momento se llenó de calma y silencio, aunque el nerviosismo comenzaba a atacar a aquellos que conocían la cercanía de la armada, al final, eran guerreros.
Un Hipo con insomnio dedico parte de esa noche a analizar y corregir los planes que Patapez hizo con los dragones sobre la estrategia planeada, sentado en la cama a lado de su dormida Valkiria, descontó a Tormenta del plan, aunque después de Chimuelo era el mejor elemento y como Hipo ya lo había probado, estos dos dragones juntos podrían ser mortales y una gran ventaja no habría manera que deje la cabaña de Astrid sin protección.
-La desventaja es enorme- susurraba para sí. Necesitaba más guerreros y más alas. Se levantó por un momento, llamo a dos terrores terribles y envió dos notas –Thor, que lleguen a tiempo- rogó mientras los veía desaparecer en la obscuridad de la noche.
