//CAPITULO 19\\

203 18 1
                                    

Desperté en una cama desconocida, olía a colonia de hombre. No sabia como había terminado ahí, pues lo último que recordaba era haberme quedado dormida en el sofá.
La puerta del baño se abrió.
-Oh, Hola- Dijo Jimin con una sonrisa.
-Hola- Ahora todo estaba claro, el me había llevado ahí para que no durmiera en el sofá. Pero ¿Habíamos dormido juntos?- Esto...Tú y yo no...- No pude terminar la frase de la vergüenza.
Jimin Río.
-No, no te preocupes. Tae es mi mejor amigo y se cuanto te ama.
-Oh-Tae. Olvidé llamarlo ayer- ¿Sabes donde está mi teléfono?- Le dije mientras me levantaba de la cama.
-Creo que sigue en la sala, estuvo vibrando toda la noche- Su expresión mostraba molestia fingida.
-Diablos Tae...-Susurré.
-Oh así que era el- Levantó una ceja- ¿Quieres que te lleve a tu casa?
-Seguro, pero...¿Sabes donde es?-
-Si, vamos-
Nos encaminamos a la puerta de entrada y antes de salir tome mi teléfono.
12 llamadas perdidas de Tae. Ahora si que estoy muerta.
Estábamos a punto de cruzar la puerta cuando alguien más la abrió. Golpeándome la nariz con ella. El dolor era intenso y un líquido espeso y caliente bajo de mis fosas nasales.
-T/N, lo siento- Taehyung estaba preocupado, pero también se notaba el enojo y en su semblante. De un momento a otro la preocupación abandono su cara y fue remplazada con ira pura- Asi que con el estuviste toda la noche, ¿No ibas con Jennie mentirosa?- Intente contestar pero no pude, la sangre se colaba a mi boca y estaba manchando el piso- Entonces estoy en lo correcto- Chasqueo la lengua.
-No, No lo estás- Jimin estaba arrodillado junto a mi intentando ayudarme a contener la hemorragia. Me pareció lindo de su parte pero también asqueroso ya que se estaba manchando las manos de mi sangre- Vino con Rosé y nosotros estábamos borrachos- Tae lo interrumpió.
-Luego me das tus excusas por haber estado con mi novia, vamos a llevarla a un hospital antes de que se desangre en tu piso- La frialdad de su comentario me hirió más que la puerta.
El dolor era cada vez más intenso.
Aun con la situación, Tae me tomo en brazos y me llevo hasta el auto de la casa de Jimin. Se sentó en el asiento trasero conmigo y esperamos a que Jimin volviera con algo para contener la sangre. Nos quedamos callados, yo con ambas manos bajo mi nariz y el con una bajo las mías para evitar que manchara más mi ropa de lo que ya estaba. El único sonido era el de mi sangre goteando.
Jimin llegó después de unos minutos con varias toallas de baño. Se las paso por la ventanilla a Tae y se sentó en el asiento del conductor. Jimin arrancó y Tae se apresuró a poner una toalla bajo mi nariz sangrante. Lo hizo con tal rapidez que impactó la toalla contra mi nariz, sacándome un sollozo con lágrimas.
-Lo siento- La ira no abandonaba su semblante y la frialdad su voz.
Las lágrimas surcaban mis mejillas, no solo por el punzante dolor de mi nariz, si no también por el daño emocional que Tae me estaba causando en ese momento.

Tardamos unos 20 minutos en llegar al hospital, y yo estaba algo aturdida por el dolor, y probablemente por la pérdida de sangre. En todo el camino la sangre siguió fluyendo sin cesar. Tae me bajo en brazos aun con la toalla en la nariz y se acercaron a la recepcionista.
-¿En que puedo ayudarles?- Dijo ella amable.
-Verá, mi amiga se golpeó la nariz fuertemente con una puerta y no ha dejado de sangrar por al menos 20 minutos- Las palabras de Jimin se hicieron sordas a mis oídos, Tae me miraba intensamente, como si intentara ver la verdad a través de mi.
Con la poca consciencia y fuerza que me quedaban le toque a Tae la mejilla y formule unas ultimas palabras antes de que me pusieran en una camilla.
-Te amo-
Y todo se puso borroso.

Mis ojos se abrieron, dando paso a la imagen de un cuarto de hospital vacío, a excepción de mi. Mi nariz dolía pero ya no sangraba. Estaba cubierta por una venda.
Pude escuchar dos voces masculinas afuera de la habitación. Estaban discutiendo pero al cabo de unos minutos sus voces se hicieron más suaves y la puerta se abrió, dejándome ver a Tae con las mejillas llenas de lágrimas. Me enderece en la cama.
-Hola- Antes de que pudiera decir nada más, Tae me abrazó fuertemente.
-Lo lamentó, lo lamento mucho. Me porte como un imbecil y lo peor de todo es que te rompí la nariz.- Acaricié su pelo desordenado.
-Qué bueno que ya sepas lo que en verdad pasó, y no pasa nada, todo está- Me interrumpí a mi misma- Espera...¿¡Me rompiste la nariz!?- En el fondo lo sabía pero no quería aceptar la posibilidad de que mi nariz se volviera deforme.
-Yo...-
-No, perdón, solo exagere- Intente calmarme haciendo ejercicios de respiración. 
El doctor entró al cuarto después de tocar la puerta.
-Hola T/N, veo que ya estás despierta, antes de que te alteres por la fractura de tu nariz, debo decirte algo, tu nariz no saldrá afectada de este incidente, la cirugía que realizamos en tu nariz fue exitosa y puede que incluso tu nariz quede aun más bonita después de que sane- Solte un gran suspiro y el doctor rio- Puedes regresar hoy a casa o quedarte aquí, pero de cualquier forma tendrás que estar en reposo lo que resta de este día y mañana.
-Creo que regresare a casa- Dije sonriendo.
-Muy bien, en ese caso te veré en una semana para retirarte los puntos- Asentí- Hasta luego.
Tae se levantó
-Vamos a casa princesa-

Mi ángel guardián (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora