//T2 CAP 13\\

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Me despertó el sonido de mi teléfono.

-¿Diga?-

-¡T/N T/A TU HIJA SIGUE CONMIGO PREGUNTÁNDOSE DONDE CARAJOS ESTÁN SUS PADRES!-

El grito de Lisa me aturdió un poco pero luego volví a la realidad.

-Voy para allá.- Me levante de la cama lo más rápido que pude y me puse ropa de Tae.

Al parecer mi ruido lo despertó porque gruñó levemente cuando iba a salir.

-¿T/N?- Se talló los ojos.

-Vuelve a dormir Tae, vuelvo en un rato.- Asintió levemente y volvió a su posición anterior.

Conduje rápido hacia la casa de Yoongi y Lisa. Toque el timbre y una Lisa enfadada me abrió.

-Te amo.- Le dije con una sonrisa cínica.

-Tienes suerte de que tu hija me agrade.- Me dio una mirada de "enojo" seguida por un abrazo.- Está adentro con MinHo.-

Me adentre en la casa y me encontré con Yoongi jugando con mi hija y el suyo en el suelo. No sabia que era tan bueno con los niños. Me aclare la garganta y Yoongi se paro de golpe, totalmente sonrojado por lo que había visto.

-¡Omma!- Mi hija se levantó y corrió a mis brazos. La cargue y le di vueltas.- El tío Yoongi dijo que me habían abandonado.- Lo mire mal y el solo río.

-Nunca te abandonaríamos hermosa.- Le di un beso en la mejilla.- Ahora vámonos que tu padre está en casa solo.- Lisa me miró con una ceja levantada, seguro tendríamos una charla de esto.- Despídete de tus tíos y de MinHo.-

Le dio un beso en la mejilla a Lisa y luego a Yoongi, después le dio uno a su hijo y el se sonrojó totalmente, que lindo es. Me despedí de mis amigos y de él pequeño, que seguía siendo Tan callado como siempre.

Salimos de la casa y nos fuimos a la nuestra. Cuando llegamos Tae estaba en el porche con una taza en la mano. Tenía puesta su pijama y unas sandalias.

-¡Appa!- Le grito SunHee a Tae desde la ventanilla trasera.

Tae levantó la vista y su cara se iluminó al verla. Estacioné el carro y SunHee bajo como un rayo. Se abalanzó sobre su padre que seguía sentado. Pude ver como acariciaba el largo cabello de su hija con cariño. Me baje yo también y al verme, Tae quito un brazo del cuerpo de mi hija y lo extendió para que me uniera al abrazo. No dude y corrí con mi familia. Hace una eternidad no estaba así con ellos, de verdad lo extrañaba.

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-¿Que quieres de desayunar SunHee?- Pregunto Tae desde la cocina.

-¡Helado!-

-No.- Respondí al instante.

-Pero...-

-Nada de peros Tae.-

-Está bien Appa, entonces quiero...¡Huevo revuelto!-

Comencé a sentir náuseas. Una de las cosas que más odio en el mundo es el huevo, pero tengo que poner el ejemplo en esta casa.

-Huevó revuelto será.- Tae saco cinco huevos del refrigerador y los rompió en la sartén. El vomitivo olor inundo mis fosas nasales, haciéndome querer vomitar.

Terminó de cocinar y nos sirvió a todos. Nos sentamos en el comedor y ambos empezaron a comer, pero yo no podía.

-¿Omma por que no comes?- SunHee ladeó la cabeza.

-Oh, solo estaba pensando en algo.- En que voy a vomitar si como esto.

Lleve el primer bocado a mi boca intentando no saborearlo demasiado. Pero el sabor se expandió por toda mi boca, tuve que hacer mucho esfuerzo para tragar. Segundo bocado. Este me costó más trabajo tragarlo, el huevo ya estaba frío, cosa que lo hacía aún más asqueroso. Solo faltaba poco en el plato. Me alenté mentalmente. Lleve el tercer bocado a mi boca, pero al masticarlo sentí como todo se regresaba. Me paré de mi asiento rápidamente y corrí al baño. Me agache en el escusado y devolví todo lo que había comido. Tae y SunHee estaban parados en el marco de la puerta. Tae se agacho conmigo y sostuvo mi pelo mientras terminaba de vomitar. No miento cuando digo que el baño tenía el olor más repugnante del mundo.

-¿Que pasa T/N?- Tae estaba genuinamente preocupado, lo podía notar en su semblante.

-Odio el huevo.- Dije con una cara de disgusto.

Vaya carcajada que Tae Soltó.

-Cariño ¿Por que no me lo dijiste?- Seguía riendo y yo lo miraba mal.

-Tengo que poner el ejemplo para SunHee.- Me limpie la boca con papel de baño.

-Pero si ella come todo lo que le pongas enfrente.- Acaricio mi espalda.- No hace falta que te fuerces a comer algo que no te gusta.-

Asentí y me paré a lavarme los dientes. De repente tenía arcadas por el olor del baño. Me seguía sintiendo mal del estómago así que Tae me mando a la habitación a dormir. Termine viendo la televisión. Después de 10 minutos SunHee entró a la habitación y se recostó conmigo. Seguimos viendo un drama hasta que Tae entró. Río al vernos a ambas abrazadas. Se recostó con SunHee entre nosotros y nos abrazó como cuando nuestra hija era más pequeña. Dejó un beso en su frente y luego en la mía.

-Las amo mis princesas.- Nos estrechó aún más.

-Appa, duele.- Dijo mi hija riendo y su padre aflojó un poco el agarre.- ¿Se quieren de nuevo?-

-Si.- Respondimos los dos al mismo tiempo.

SunHee soltó una risita muy parecida a las de su padre. Cuanto se parecen estos dos.

Mi ángel guardián (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora