Tae metió su lengua en mi boca. Se separó por falta de aire y dejó una leve mordida en mi labio inferior. -No sabes cuanto me excita tenerte así- Beso mi cuello- Mojada y casi desnuda. Sus palabras me hicieron estremecer. Lo deseaba tanto en ese momento. Siguió besando mi cuello hasta llegar a mi mandíbula. Dejo un beso ahí, causando que yo gimiera levemente. Tape mi boca. -Me gusta que gimas- Siguió besando mi mandíbula, ocasionando varios gemidos de mi parte. De un solo movimiento saco mi Top del traje de baño, dejándome completamente descubierta de la cintura para arriba. -No te recordaba así de sexy- Comenzó a apretar mis senos, cosa que me excitó mucho. Luego comenzó a besarlos, después sus besos se convirtieron en lamidas que me estaban volviendo loca. Iba mordiendo mis pezones ligeramente de vez en cuando. Comenzó a rozar su notable ereccion contra mi parte baja, cosa que causó que mi espalda se arqueara. Cuanto deseaba que ese hombre estuviera dentro de mi. Bajó de un tirón la parte baja de mi bikini, dejándome completamente desnuda ante sus ojos llenos de lujuria. Bajó su cabeza hasta mi parte íntima y comenzó a lamerla. Yo solo me aferre a las sábanas intentando contener los gemidos que amenazaban con salir de mi garganta. Al final todos los gemidos atorados en mi garganta salieron en uno solo, lleno de placer. -No sabes cuanto me calientas- Mordio el lóbulo de mi oreja. Siguió lamiendo mi parte hasta que me corri. -Tu turno- Dijo el bajándose el bóxer del traje de baño. Palidecí cuando vi el tamaño de su miembro. -¿Que pasa?- Dijo cuando noto mi reacción. -E-Eso no cabrá en mi entrada- El solo Rio. -Confía en mi- Tae me dijo que me pusiera de rodillas, yo sabía que era lo que significaba eso. Acaté su orden y tomé su miembro entre mis manos. Lamí su glande primero, causando que Tae echara su cabeza para atrás. Seguí lamiendo y luego me metí todo a la boca. Comenzaron a darme arcadas debido a que su miembro era Tan grande que chocaba con la pared de mi garganta. Tae hizo una coleta con mi cabello y comenzó a mover mi cabeza de atrás a adelante. Gimió del placer, cosa que me excitó aun más, si es que eso era posible. Se corrió en mi boca y yo trague su amargo semen. Tae con cuidado me recostó en la cama y dejó un dulce beso en mis labios. -¿Lista?- Dijo posicionándose en mi entrada. Yo solo asentí. Sentí como si me desgarraran cuando su miembro entró. Una lágrima rodó por mi mejilla y Tae La limpio con un beso. Tae hizo sus embestidas lentas hasta que me acostumbrara a su longitud. Poco a poco el dolor se convirtió en placer. La habitación se llenó con nuestros gemidos. Yo llegue al orgasmo primero. Cuando Tae iba a llegar al suyo, saco su miembro de mi y se corrió afuera. El se recostó y me hizo una seña para que me recostara sobre su fornido pecho. Comenzó a acariciar mi espalda y dejó ocasionales besos en mi pelo. -¿Esto sigue siendo falso?- Preguntó. Pude notar un ápice de miedo en su voz. -No lo creo. Pero...Prométeme algo- -Lo que quieras princesa- Sus caricias en mi espalda cesaron. -Nunca más volverás a olvidarme.- -No soy tan estupido como para perder a la mujer que amo de nuevo por eso.- Beso mi pelo- Ya hay que dormir. Y así me quede dormida en su pecho, acunada por su respiración.
Desperté por el sonido de la puerta abriéndose. -¡DIABLOS SEÑORITA!- Al parecer el grito de Lisa también había despertado a Tae, quien estaba rojo de vergüenza. Seguramente Lisa me gritaría después. -Me iré, pero hablaré contigo T/N. Y también contigo Kim- Se fue dando un portazo. Tae río. -Parece que va a matarme- Dijo aun riendo. -Ya somos dos- Me levante de la cama y me dirigí al baño. -¿A donde vas?- Preguntó. -A darme un baño- Enarcó la ceja como preguntando si podía unirse. Asentí riendo. Tae se levantó de un salto y se metió al baño conmigo. La tina se llenó rápidamente y ambos nos metimos, yo estaba sentada en el regazo de Tae. -No sabes cuanto te he extrañado- Abrazó mi cintura. Recargue mi cabeza en su hombro. Así nos quedamos por al menos 30 hora, sin darme cuenta yo me había quedado dormida y Tae también. Ambos salimos de la tina y nos secamos. Tae se quedó con la toalla en su cintura y yo me vestí informalmente:
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Tae iba a salir de mi cuarto pero se detuvo en la puerta. -Te amo- Dijo. -Yo más-
