//T2 CAP 21\\

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//NARRA T/N//

Por fin, luego de una semana y media, me habían dado de alta. Tae no me dejo pararme de la cama en cuanto llegamos a casa.

-El doctor dijo que tienes que reposar.- Me dejo en cama mientras el cocinaba no se que.

Registre todo con la mirada. Estaba todo ordenado y limpio. La mamá de Tae si que había hecho un gran trabajo.

Tae regresó con dos sopas instantáneas y un par de limonadas.

-Vaya, no tenías que esforzarte tanto.- Dije con sarcasmo.

Rio y se sentó a un lado de mi en la cama.

-Abre la boca grande.- Enredo los fideos en los palillos y formo una gran o con sus labios.

Estaba haciendo la misma cara que cuando alimentaba a SunHee de bebé.

-Yo puedo sola.- Intente quitarle la sopa pero no me dejo.

-Vamos T/N, déjame cuidarte.- Hizo un tierno puchero.

-Está bien, pero quiero algo a cambio. No vuelvas a tomar esas pastillas.-

-T/N sabes que las necesito para mejorar.-

-Eso no es cierto, mírate ahora, pareces como si nada hubiera pasado.-

-T/N...-

-Por favor.-

-Está bien, ahora abre la boca.-

Sonreí y deje que Tae me diera de comer. De un momento a otro sentí una intensa mirada a mis espaldas, Justo donde estaba la ventana. Me volteé. Pude ver como una sombra se alejaba rápidamente.

-¿Pasa algo?-

-Creo que alguien nos está viendo.-

-¿Cómo?-

-Creo que acabo de ver a alguien en la ventana.-

Taehyung soltó el plato y se acercó a la dichosa ventana. Miro por todos lados con el ceño fruncido.

-No hay nadie, seguro viste mal.-

-Si, seguro.- No creo haber visto mal, había alguien afuera, pero no quiero discutir con Tae.

El sonido de la puerta de la entrada abriéndose incremento mi miedo. Me aferré a las sábanas mientras Tae iba a ver quien era.

-¡Oh, Mamá!- Oí a lo lejos.

Mis manos se relajaron. Solté las sábanas y me levante de la cama. Al abrir la puerta de nuestro cuarto pude ver a mi hija junto a mi suegra. Corrí a abrazar a mi pequeña.

-¡T/N no deberías correr!- Tae me sermoneó.

-Déjala estar con su hija cariño.- La mamá de Tae puso la mano en el hombro de su hijo.

Aspire el olor de SunHee mientras sus bracitos intentaban cerrarse en torno a mi cintura.

-Te extrañe hermosa.-

-Y yo a ti Omma.- Me dio un beso en la mejilla.

La levante del suelo y la cargue como un pequeño mono. Me acerqué a la mamá de Tae e hice una pequeña reverencia con la cabeza en señal de saludo. Ella rió y me abrazó.

-No debes ser tan formal conmigo cariño.-

Yo pensaba que ella me odiaba por todo lo que había pasado con Tae, al parecer no.

-Me alegra que tú y mi hijo vuelvan a estar juntos, son el uno para el otro.- Seguía abrazándome.

-Omma, me están aplastando.-

Ambas reímos y nos separamos.

-Creo que mi trabajo aquí ya está hecho, volveré a Daegu, cualquier cosa que necesiten no duden en llamarme.-

-No te vayas abuela.- SunHee estiro sus brazos para que la cargara.

-Vendré a visitarte siempre que pueda ¿Si?- Extendió el meñique cerca de su mano.

-Está bien.- Entrelazaron sus meñiques.

La mamá de Tae le dio un beso en la mejilla a SunHee y la dejo en el suelo. Se acercó a mi y me abrazó de nuevo.

-Cuídate mucho.- Frotó su mano contra mi espalda.- También Cuida a Tae, ya sabes como es.-

Reí y me separé de ella.

-Tenga buen viaje señora Kim.-

Asintió y fue a abrazar a su hijo.

-Llámame más seguido.-

-Lo haré.-

Y así fue como la madre de Tae volvió a su pueblo natal, dejándonos solos. SunHee se encerró en su cuarto a jugar con muñecas. Yo volví a la cama.

-¿No vas a recostarte?-

-Espera, estoy buscando algo.-

Saco una caja de un cajón y sonrió. Se sentó en la cama, a un lado de mi. Me enderece para quedar frente a frente.

-Se que no es nada oficial, pero espero aceptes esto de vuelta.- Abrió la caja y pude ver mi anillo de bodas. Ni siquiera recordaba que se lo había devuelto, tampoco había reparado en que el tenía el suyo puesto aún.

-Claro que si.- Tome el anillo y lo puse donde pertenecía. Me abalancé a su cuello y susurré en su oído.- Pero espero que algún día sea oficial.-

Rió y dejó un beso en mi oreja.

-Tenlo por seguro.-

Nos recostamos y vimos un maratón de películas. La sensación de que alguien nos miraba seguía asaltándome, sin embargo, al mirar por la ventana nunca había nadie. Termine por cerrar la cortina.

Un llanto lejano interrumpió una escena de nuestra película. Tae me Puso pausa a la película para oír mejor que estaba pasando. Otra vez el llanto. Era SunHee. Me levante a toda velocidad y corrí a su cuarto. Estaba en el suelo, abrazando su rodilla.

-¿Que pasó mi amor?- Puse mi mano en su mejilla.

-Me caí de la cama.- Me dejo ver su rodilla, la cual tenía un raspón, pero no era nada grave.

Tae se agacho a mi lado.

-Ven conmigo, te voy a curar.- Extendió los brazos para cargarla. La llevo hasta la sala mientras yo iba por el botiquín.

Me senté a un lado de ella en el sofá mientras Tae aplicaba alcohol en la herida. Hacía sonidos de dolor ocasiónales por el ardor del alcohol.

-Y...Listo. Termine de curarte.- Puso una vendita y le dio un beso.

-Gracias Appa.- Lo abrazó muy fuerte y luego se fue corriendo a su cuarto, como si nada.

Nos fuimos a nuestro cuarto a retomar la película. Media hora después SunHee abrió la puerta. Se aferraba a su peluche de Tata.

-¿Puedo quedarme con ustedes?- Pude ver como sus nudillos se ponían blancos por apretar el peluche.

-Claro que si mi niña.- Corrió a la cama y se recostó entre nosotros. Acaricie su cabello.-¿Que pasó?-

-Había alguien viéndome. Estaba en la ventana.- Una lágrima solitaria rodó por su mejilla.

Intercambie miradas con Tae. Yo estaba en lo correcto, hay alguien vigilándonos.

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Perdón por la tardanza

meper dOnas?

No tenía mucha inspiración ni sabia que escribir para que no se volviera aburrido, prefiero calidad a cantidad. Pero bueno, aquí lo tienen y espero que les haya gustado. Lxs amo.

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⏰ Última actualización: Jun 23, 2019 ⏰

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Mi ángel guardián (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora