Su madre se encontraba algo pálida y miraba de reojos a la guardia que estaba aún afuera de su casa y extrañamente no había ningún reportero.
Austin recibió a su madre con un abrazo y la invitó a pasar.
-¡Qué bien huele!- exclamó dirigiéndose a la cocina.
-Estoy preparando tu salsa-
Michelle levantó la tapa de la olla y aspiró hondo con delicia.
-La preparaste muy bien-
Austin sonrió.
-¿Sabes algo de la niña?-
Niña…
-No. Realmente no he sabido nada- puso sus manos en los bolsillos- Supongo que ya deben estar llegando-
Él volvió a su trabajo con la salsa y su madre se fue al comedor mientras marcaba un número.
-¿Hola detective? ¿Qué ha pasado?... ¿En serio?- suspiró- Entiendo. Eso es bueno ¿no? Sí, estoy en la casa de Austin ¿La niña? O pues… un vestido fresco, ya que hace algo de calor ¿Rosa? De acuerdo, hasta entonces- la llamada terminó y volvió a la cocina donde Austin ya estaba apagando las hornallas.
-¿Pasó algo?- dijo curioso.
-Agarraron a dos de los tipos que estaban en el auto, uno está gravemente herido y el otro está en la comisaria. La chica todavía no estaba todavía con el detective García-
-¿Aún no? Hace más de una hora tendría que haber estado allí-
-Cálmate, ella vendrá-
Austin y su madre dedicaron el tiempo en decorar la mesa, Michelle insistió en hacer toda una presentación en la mesa para darle la bienvenida a la muchacha. Puso flores de diversos colores, aunque eran de fantasía, llamaban la atención.
Esperaron media hora más y la preocupación los inundó.
Austin llamo al detective ante la duda de hacerlo o no.
Michelle insistió tanto que la paciencia de él se había acabado.
No espero dos tonos antes de que García le contestara del otro lado.
-García-
-Detective ¿Está todo bien?-
García tomó una fuerte boconada de aire.
-La chica está con nosotros ahora, pero no puedo llevarla- sonaba agitado- No quiere entrar a la camioneta. Con el detective Adams estamos tratando de convencerla, junto con los enfermeros de la clínica. Pero no quiere- se escuchó un grito del otro lado- Y digamos que tiene demasiada fuerza para su edad y estatura-
-¿Le preguntaste por qué no quiere subirse a la camioneta?-
-Sí, pero ella no habla-
-¿Qué sucede?- preguntó por quinta vez su madre.
Austin tapó el tubo y le habló.
-No tienen que forzarla, eso la asustará más- contestó ella- Ponme en altavoz- su hijo puso el dedo índice en la pantalla táctil y se podía escuchar los autos que pasaban y las voces que hablaban- ¿Puede oírme?-
-¿Señora Mahone?-
-Sí, soy yo. Mi hijo me ha contado lo que está pasando. No debe forzarla a subir, la asustará más-
-¡Déjenla!- gritó el detective.
-Páseme con ella-
Se escucharon unos pasos y un leve viento a través del tubo.
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La Chica Desconocida
RomansaAustin es un solitario famoso. Vive sólo y su vida está lo suficientemente organizada como para perder tiempo en otras cosas que no sea su carrera de cantante. En la noche menos esperada, encontrará la persona que cambiará su vida para siempre. Y le...