Parpadeo intentando no derramar las lágrimas que me nublan la visión.
La noticia de Darren me toma desprevenida, no puedo ser capaz de calmar el repiqueteo de mi corazón, se siente como si un camión de carga me pasara encima, siento que estoy a punto de romperme.
Y lo hago. Me rompo por dentro, con el crudo dolor expandiéndose por cada rincón de mi cuerpo.
—Darren —sollozo, tragando el nudo en mi garganta—. No puedes estar hablando enserio, no puedes casarte.
—Ember, no estoy aquí para pedirte permiso, es mi vida y he tomado la decisión de compartirla con Heidi.
—Es que tú no lo entiendes —replico.
—¡¿Qué es lo que no entiendo?! —cuestiona—. Mira Ember, he pasado por muchas cosas en mi vida, he sufrido demasiado y tú has sido una de las principales razones de mi sufrimiento. ¿Qué es lo que quieres ahora? ¿A caso lo que buscas es que sigamos en el mismo circulo interminable de volver y terminar?
—Darren, por favor, solo estoy pidiendo que...
—Eres la madre de mis hijos, pero nada más —asevera—. Y, si mal no recuerdo, esas fueron tus palabras, dijiste que no pensara en solucionar las cosas contigo, en volver a tener una relación porque eso no pasaría.
Sus palabras me devuelven a aquel maldito día en que lo aparté de mí, al día en que mi estupidez alcanzó niveles estratosféricos.
—Sé lo que dije, pero debes entender que no estaba pensando con claridad... Darren, yo no quería...
—Lo hecho está hecho. Tú y yo no volveremos a estar juntos, al menos no como pareja; Ember, nuestros hijos son un lazo que nos va a mantener unidos para toda la vida, pero no me pidas más.
Las lágrimas ruedan libres por mis mejillas y el sabor salado me humedece los labios, no puedo hacer más, no hay manera de convencerlo para que luche por nosotros porque ya no hay un nosotros en su vida.
—Entiendo que te he lastimado, que he roto tu corazón más de una vez, pero... tú dijiste que soportarías cualquier cosa por mí, que yo era la mujer que se había robado tu corazón.
—Lo eras —dice, haciendo que mi corazón se parta en dos al escucharlo—. Tú lo eras todo para mí, Ember.
—Aún puedo serlo.
—No —susurra—. Ya no hay espacio para un nosotros, no cuando tengo a otra mujer durmiendo a mi lado.
—Darren...
—Voy a casarme con ella y solo quería que lo supieras por mí, antes de que la noticia comenzara a circular por todo internet.
—¿Y esperas que te agradezca por venir a decírmelo en mi cara?
—No espero nada —dice, soltando un suspiro de cansancio—. Lo único que voy a pedirte es que para dentro de un mes, les permitas a mis hijos que me acompañen en ese día.
—¿Un mes? ¿Te casarás dentro de un mes? —inquiero, derramando más lágrimas.
—Sí —afirma—. Me casaré con Heidi dentro de un mes.
—Bien —me atraganto y sacudo la cabeza, calmando mis emociones—. Quiero pedirte que te vayas... no quiero verte en este momento.
Él asiente con la cabeza. —Solo pasaré a ver a mis hijos y me iré.
Lo sigo hasta la habitación y me quedo parada en un rincón, observándolo hablar con sus hijos y acariciarlos, la escena es tan dolorosa, porque él pareciera estar habituado a ella, porque esta sería nuestra vida si estuviéramos juntos.
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Daddy Issues© #ProyectTMYLM |TERMINADA|
Chick-Lit"No estás disponible. Yo soy insaciable". Complicada. Tierna. Amorosa. Tímida. Así es Ember Bradshaw. Una chica de diecisiete años, estudiante de médico veterinario. Perfeccionista. Honesto. Fuerte. Extremadamente atractivo. Son las palabras que def...