Daddy Issues© #ProyectTMYLM |TERMINADA|

Cap. 20 | Despedida

*Dos semanas después*

Miro a través de la ventana de mi habitación hacia el jardín delantero, esperando ver el Mercedes aparecer en la entrada de la propiedad de mi tía.

Corro hacia las escaleras en cuanto el auto aparece en mi campo de visión.

—Oye, desacelera el paso, muñeca —Lily sonríe en cuanto paso volando por su lado.

Antes de que él toque el timbre yo ya estoy abriendo la puerta y saliendo a su encuentro. Él me recibe estrechándome entre sus brazos.

—La quiero aquí a las doce en punto —habla mi tía.

—No se preocupe señora St. James, la tendrá aquí para esa hora.

—Bien. Diviértanse entonces.

Me subo al auto y me abrocho el cinturón de seguridad mientras espero a que él tome asiento en el lado del conductor.

—¿Lista? —pregunta, mirándome con esos ojos azules que posee.

—Sí. ¿A dónde me llevarás?

—Es una sorpresa —una sonrisa adorna su perfecto rostro.

—De acuerdo —respondo, encogiéndome de hombros.

Durante el trayecto, hablamos de un montón de cosas, del clima, de las cosas que nos gustan, de su trabajo y sobre todo, de mi amor por la veterinaria.

Con él las cosas son tan manejables, siento que puedo contarle de todo y sin ser juzgada, le hablo del tiempo de que he pasado en San Francisco y del programa de estudio que estoy llevando antes de cursar mi primer año en la universidad.

El auto se detiene y lo miro interrogativa, queriendo saber qué es lo que tiene planeado.

—Voy a vendarte los ojos, ya estamos cerca de nuestro lugar y quiero sorprenderte, así que...

—Bien. Pero debo advertirte que me vuelvo un poco loca cuando me ocultan cosas.

—Esta será una noche inolvidable —dice, vendándome los ojos.

Quince minutos después, el auto vuelve a parar y escucho el sonido de su cinturón de seguridad, luego la puerta abrirse y trato de no desesperarme, mi puerta se abre y él me ayuda a salir del auto.

—Hemos llegado —anuncia, quitándome la venda lentamente.

Un hermoso paisaje se extiende ante mis ojos, luces colgantes y un escenario romántico.

—Esto es...

—¿Qué te parece?

—Es asombroso —murmuro.

—Ven —dice, entrelazando su mano con la mía, dirigiéndome hasta la mesa que está al centro—. Quería que hoy fuera un día especial, porque hoy... Ember yo... me gustas demasiado. Lo que siento por ti no se puede comparar a nada que haya sentido antes y desde que te encontré, supe que eras todo lo que yo necesitaba.

—Yo...

—No digas nada. Déjame hablar.

—Está bien.

—Ember, esta noche, en compañía de las estrellas y la luna, quiero pedirte que seas mi novia, oficialmente. ¿Qué dices?

—Digo que... sí, nada me haría más feliz que ser tu novia.

Él me toma por la cintura y me levanta del pasto, dándonos vuelta sobre su propio eje, luego atrapa mi boca en un beso. Todo es tan perfecto, tan romántico y el beso sigue teniendo el mismo efecto en mí, soy capaz de olvidarme de todo.