Daddy Issues© #ProyectTMYLM |TERMINADA|

Cap. 16 | Ahogar

Rodeo a Ember por la cintura y la mantengo firmemente presionada contra mí, acariciando su espalda y meciéndome con ella.

Minutos antes, me debatía entre si debía llamar a la puerta o dar media vuelta e irme, disculparme con Emilia mañana, pero una sensación de ansiedad se asentó en la boca de mi estómago y me obligó a llamar a la puerta.

Un par de ojos color avellana me reciben y me miran con un poco de desconcierto, antes de abrirlos ampliamente.

—Hola, estoy buscando a...

—¡Lily, llama a emergencias! — el grito desde la sala hace que la chica frente a mí salga disparada y me deje de pie en la puerta de la entrada.

Casi como si mis piernas tuvieran mente propia, corro detrás de la chica, hasta llegar a dónde Emilia St. James se encuentra sentada en el piso y con la cabeza de Ember entre sus piernas.

Mi corazón late desbocado y siento el pulso detrás de mis orejas, mi cuerpo reacciona y sin importarme más nada, la tomo entre mis brazos y me dirijo hacia la puerta.

—¡Darren! —el grito de Emilia me detiene a medio camino—. ¿Qué es lo que crees que haces?

—Voy a llevarla al hospital.

—Ya hemos llamado a los de emergencia, están por llegar.

—Yo no voy a dejarla aquí y esperar a que ellos lleguen, voy a llevarla al hospital —digo, con voz ronca y firme, haciendo caso omiso a sus palabras, vuelvo a caminar hacia la puerta.

—Te he dicho que no vas a llevarte a mi sobrina a ningún lado —dice Emilia, bloqueándome la puerta—. Los paramédicos están por llegar, así que si quieres hacer algo por ella y por mí, vas a llevarla a su recámara —sus ojos son serios y dan un aire de autoridad que no puedo pasar por alto.

A regañadientes, giro por el pasillo hacia las escaleras y las subo, la chica que me había abierto la puerta va delante de mí y me guía hasta la habitación de Ember.

La deposito en la cama con cuidado y le aparto el cabello de la cara, acaricio sus mejillas y le pido en susurros que abra los ojos, que despierte y me brinde esa mirada que me deja sin sentido.

—Es la primera vez que algo así le pasa —dice la chica, su voz tiembla y hay lágrimas en sus ojos—. Estaba tan bien, no entiendo qué pudo haber pasado.

—Ella va a estar bien —digo, intentando mantenerme en calma, aunque por dentro siento como si una montaña de arena se estuviera derrumbando en mí.

Cinco minutos después, los paramédicos hacen su aparición, mis nervios están a flor de piel, no puedo controlar mi ansiedad y mi pánico comienza a hacer su camino a mi garganta, aún con todo eso, trato de mantener la calma, trato de estar lo más sereno posible.

Ellos revisan a Ember y, antes de que pudiesen terminar de corroborar su ritmo cardíaco, ella se remueve en la cama, emitiendo el mismo sonido escalofriante que hizo la noche anterior, me acerco a ella ante la atenta mirada de Emilia y los presentes.

—Ember —susurro su nombre, tomando su cara entre mis manos.

Ella se remueve como si estuviese luchando contra algo o alguien. Tengo un mal presentimiento sobre qué es lo que le sucede y la seguridad de que la persona contra la que lucha en sueños y que la tiene así de asustada, no es otra que su propio padre.

Jordan Bradshaw le ha hecho tanto daño a su propia hija, tanto que la tiene encerrada en una jaula de dolor y miedo hacia la población masculina.