Daddy Issues© #ProyectTMYLM |TERMINADA|

Cap. 06 | Contrato

Rememorando los hechos acontecidos las últimas horas, todo me parecía absolutamente increíble.

Observo a Patch, quien me mira con sus grandes ojos negros y relincha, acaricio su lomo mientras me pierdo en mis pensamientos nuevamente.

No sé como tuve el valor para detener al señor Dixon... Darren, me corrijo mentalmente; su nombre es Darren. Un nombre tan extraño como él mismo.

La cosa es que, por más que intentara negarlo, yo había deseado con todas mis fuerzas que él me hiciera suya, deseaba tanto sentirlo encima de mí, con su gran cuerpo moviéndose sobre el mío.

Siento el calor detrás de mis orejas y estoy cien por ciento segura de que estoy roja como un jitomate.

-Señorita Ember -una voz detrás de mí me sorprende-. La camioneta ya está lista, podemos irnos cuando usted lo disponga.

-¿Cuántas veces tendré que decirte que me llames solo Emmie? -cuestiono, mirando a Frank a los ojos.

-Lo siento -murmura-, pero debe entender que no me siento...

-Recuérdalo para la próxima vez -le digo, apuntándolo con el dedo.

-De acuerdo -dando media vuelta, caminamos hacia la casa.

Me concentro en mirar los alrededores, hace ya mucho tiempo que no visitaba Houston y los recuerdos que tengo son en parte nostálgicos y en otras, son dolorosos.

-¿Qué tal te fue ayer con el señor Dixon? -pregunta Frank, doblando hacia la derecha.

-Bi... Bien... -murmuro, consciente de que debo estar más roja que la nariz de Rodolfo el reno.

-¿Lograste llegar a un acuerdo con él? -Frank me mira un par de segundos antes de volver a mirar hacia el frente.

-Algo así -respondo.

Si Frank supiera la clase de acuerdo a la que el señor Dixon quiere someterme, probablemente estallaría en cólera.

-No lograste convencerlo -dice, la tristeza es evidente en su tono de voz.

-No... No es eso, en realidad, él aceptó mi plan de pagos, solo que...

-Esa es una excelente noticia Ember.

-¿Lo es?

-Por supuesto que lo es. ¿No te alegra?

-Sí, claro que me alegra, pero es que, aún no es seguro que él vaya a aceptarlo del todo.

-¿Cómo? -pequeñas arrugas se formaron en su frente. La confusión brillaba en sus ojos.

-Él me dijo que su abogado había incluido algunos cambios en la propuesta, que en cuanto la tuviera lista, me lo haría saber, creo que redactará un contrato o algo así, lo leeré y veré si nos conviene aceptar.

-¿No necesitarías tú también la ayuda de un abogado?

-¡No! -respondo rápidamente.

Frank me mira con asombro y desconcierto. -Tranquila -murmura, solo lo decía porque hay que tener cuidado con las letras pequeñas y más cuando se trata de un banco.

-Lo sé, pero no creo que sea necesario.

La verdad es que no podría esconder mi vergüenza si alguien llegase a leer ese contrato, sobre todo porque puedo imaginarme cuales son las clausulas que el señor Dixon puso en él.

Para cuando llegamos al hipódromo, mi mente ya está inundada de recuerdos de lo ocurrido el día anterior.

-¿Por dónde quieres comenzar? -pregunta Frank.