Amanda
"Apocalypse by cigarettes after sex"
Cuba seis años atrás. Verano del 2013.
Mi madre luce preocupada, bueno, ella comúnmente lo está, sus pensamientos casi siempre rondan en cosas como qué vamos a comer o cómo pagaremos la renta para nuestro pequeño hogar. Admiro a mi madre, ella es muy trabajadora, y aunque a mí corta edad no pueda hacer mucho, siempre trato de ayudarla a vender camisas y collares que hacemos a mano todas las noches. Vender algo nos asegura poder subsistir otro día. La vida en Cuba es algo difícil y se torna peor cuando no tienes muchos recursos, como es nuestro caso.
No me arrepiento de lo que he vivido, las experiencias han sido inigualables. Aún con lo poco que tenemos, encontramos la alegría cada día.
Mi madre me apresuró a salir para vender desde temprano. Hoy me tocó elegir el lugar, así que pensé en la playa. Es mi lugar favorito de toda la Habana, la vista es maravillosa, el mar azul claro me hace sentir como si el mismo cielo estuviese en la tierra. Me encanta disfrutar de la brisa, es indescriptible, y ni hablar del momento en dónde la arena besa mis pies. Solo me hace querer cerrar los ojos y olvidarme de todos mis problemas, aunque sea unos minutos.
El día de hoy la ciudad está repleta de turistas, espero que podamos conseguir una buena ganancia. En el camino hacia la playa logré vender tres collares, realmente me siento muy feliz.
A lo lejos veo a mi madre hablando con un hombre alto, realmente no logro percibir su rostro, pero no puedo evitar darme cuenta de lo radiante y sonriente que luce. Quedé en shock cuando vi que le compró todas las camisas, no puedo creerlo.
Mi madre voltea y me ve observándola, luego aquel misterioso hombre le da un papel, realmente me intriga saber de qué se trata todo esto. Luego de unos minutos mi madre se acercó a mí.
-Amanda, cariño, es hora de irnos a casa - me dijo mientras me tomaba de la mano.
- ¿Tan temprano? Aún no he terminado - dije siguiéndole el paso, mientras le mostraba los collares que me faltaban por vender.
-No te preocupes hija, ya conseguí más que suficiente por hoy - responde tranquilamente mientras caminamos rumbo a casa.
Llegando a casa me acosté a dormir, fue un día un poco agotador. Pasando algunas horas me desperté al escuchar el ruido de cajones abriéndose y cerrándose apuradamente. Al revisar, descubría a mi madre arreglándose frente al espejo, estaba usando un vestido corto, algo ajustado la cintura y con un cinto detrás del cuello, lo que hacía que sus pechos lucieran de una manera exorbitante. Me quedé boquiabierta, se veía despampanante, tenía mucho tiempo sin verla así.
-Madre, ¿A dónde vas? - dije levantándome de la cama mientras me frotaba los ojos.
- Iré a una cita- respondió mientras terminaba de peinar su cabello.
- ¿Con quién? – pregunté intrigada.
- ¿Recuerdas al hombre que me compró todas las camisas el día de hoy?
- Sí- contesté sorprendida.
-Me invitó a una cena esta noche, en un restaurante muy lujoso- dijo sonriente mientras buscaba su bolso.
-Cuídate madre, disfruta tu noche- dije sonriente, realmente me alegraba saber que disfrutaba de su vida.
-Sí amor, llegaré algo tarde no me esperes- dijo dándome un beso en la frente mientras se dirigía a la puerta.

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Amor sabor a Cuba
RomanceAmanda, una joven cubana de bajos recursos económicos con grandes aspiraciones que por necesidad y una mala jugada del destino acaba sola en otro país. ¿Será capaz de vivir por su cuenta a tan corta edad? ¿Podrá contra todos los obstáculos que se...