Capítulo 10

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Amanda

"Old money" by Lana del Rey

Kansas, cuatro años atrás. Verano del 2015

     Kansas era un lugar bastante hermoso, el cielo se veía despejado y había mucha naturaleza a los alrededores. Por lo que había oído aquí se trabaja mucho en el campo, es una ciudad muy tranquila. Creo que es el lugar perfecto para empezar a trabajar, conseguir empleo no me molesta ya que es algo que he venido haciendo desde que tengo memoria, puede que pueda trabajar en una tienda de ropa o en algún lugar donde hagan manualidades. Puede que le pueda sacar algo de ventaja ya que puedo recrear las cosas que hacía en cuba con mi madre. Por ahora renté un cuarto en lugar algo retirado, pero fue demasiado barato, aparte creo que la señora que lo renta se apiadó de mí y me bajo más el precio. Pude comprar algo de ropa enlatada y agua.

     Me encontraba caminado por el centro de la ciudad con un periódico en la mano, el cual encontré tirado en la calle y para mi buena suerte la sección de trabajos seguía intacta. Me llamó la atención unos anuncios de tiendas de ropa y de servicio de limpieza a las cuales no dude en meter mis papeles, cualquier trabajo sería bueno. Ahora mismo me dirigía a uno que era de artesanías. El local estaba cercano a un parque, en la parte de afuera se encontraban figuras hechas a mano al parecer de estambre de colores. A los costados había blusas tejidas a mano ¡Bingo! Me dirigí hacia una señora que aparentaba 40 años la cual tenía una vestimenta de algodón bastante fresca, tenía una hermosa piel blanca con mejillas rosas y cabello negro con algunas canas finas que caían sobre sus hombros.

     -Buenas tardes, hay un anuncio en el periódico donde dice que buscan empleados para hacer manualidades...

     -Así es, ¿Tienes alguna experiencia? - Preguntó la señora.

     -Sí, tengo cierta habilidad haciendo ropa a mano y joyería con materiales sencillos- contesté mientras sacaba un collar que había hecho en Cuba, uno de los pocos recuerdos que me quedan.

     -Vaya, ¡Qué lindo! - Dijo la señora mientras lo sostenía. - Solo que tengo que serte sincera hija, las ventas han caído desde hace tiempo, a la gente no le gusta comprar cosas hechas a mano, por lo tanto, solo te podré pagar un poco de lo que se gane, pero si tu vendes te puedes quedar con el ochenta por ciento de la ganancia del producto, ¿qué te parece? - Preguntó con una sonrisa.

     -Trato hecho, señora- contesté mientras le tendía la mano.

     -Dime Betty- me dijo amablemente mientras estrechaba mi mano. - Puedes empezar mañana, te espero aquí a las 8 am.

     -Claro que sí, un gusto Betty- Me despedí con una gran sonrisa, acababa de dar el primer paso de muchos más, ahora queda ir a buscar otro trabajo. Tendré los que sea posible para conseguir dinero más rápido.

     Seguí leyendo el periódico y después de revisarlo 3 mil veces, vi un pequeño apartado de una familia solicitando los servicios de una niñera, excelente, era mi día de suerte. Me dirigí a la dirección que marcaba, no fue difícil encontrar el lugar ya que parecía estar en un lugar bastante lujoso. Busqué la casa 201, la que mostraba el anuncio, era enorme. Tenía una apariencia moderna, con balcones y un gran patio. Su puerta era de vidrio templado, toqué el timbré y una señora que aparentaba ser todavía muy joven apareció en la puerta, era muy alta, de tés casi transparente con pecas que adornaban su cara, tenía un cabello rubio muy corto, se notaba que su belleza era natural, pero su rostro exhibía un profundo cansancio.

     - ¿En qué puedo ayudarte? – me preguntó mientras se recargaba en la puerta.

     -Vine por el trabajo de niñera- contesté un poco nerviosa.

     -Oh sí, lo había olvidado, pasa. - Se hizo a un lado para que pudiese entrar. Vaya, qué persona con más confianza, podría ser un asesino serial y ella me hubiese abierto la puerta

     -Adelante, siéntate. - me dijo mientras nos dirigíamos a los sillones de la sala de estar, rápidamente vi a mi alrededor, todo era muy grande y lujoso.

     -Espero que tú seas la buena, la mayoría de las niñeras se van, mis hijos son algo revoltosos, ¿cuántos años tienes? - Me preguntó mientras se acomodaba en el sillón.

     -Tengo 15 años, pero tengo mucha paciencia, le juro que no la defraudaré- contesté aún más nerviosa.

     -Si mira, solo necesito que estés aquí a partir de las 7 pm. Mi marido y yo necesitamos más tiempo a solas y la verdad los niños consumen nuestro tiempo.

     -No se preocupe, yo me haré cargo - dije con una sonrisa.

     - ¿Podrías iniciar hoy? Realmente estoy muy cansada, los niños están arriba en su cuarto de juegos, y en cuanto a la paga, no te preocupes, serán 100 dólares por noche. Puedes quedarte a dormir y comer aquí sin problemas, siempre y cuando estés con los niños - dijo dirigiéndose a las escaleras. - Ahmet, Ahiana, bajen ahora mismo, tengo que presentarles a alguien.

     Escuché pequeños golpes y risas que bajaban por las escaleras, era una parejita, un niño y una niña, parecían tener casi cinco años y puedo asegurar que son gemelos, porque son demasiado parecidos. El niño, Ahmet, tiene unos bellos ojos azules bastante claros, me recuerdan al bello mar de Cuba, también tiene un cabello rubio que luce muy sedoso y una tez blanca, como la de su madre. Por el otro lado la niña, Ahiana, era igual solo que con cabello largo rizado. Los dos niños combinaban las sonrisas al igual que sus pijamas.

     -Niños saluden a su nueva niñera, ella es...

     -Amanda. Un gusto, niños - dije interrumpiéndola mientras me agachaba para darle la mano a los niños

     -Bueno Amanda, mucha suerte, me llamo Gabriela, por cierto - dijo mientras subía las escaleras

     Realmente esta señora era muy confianzuda, no lleva ni una hora conociéndome y ya me dejo sola con sus niños. Sin darme cuenta Ahmet y Ahiana estaban de vuelta en su cuarto de juegos, esta sería una larga noche.

Amor sabor a CubaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora